Showrooming: los números del coste para el comercio del cliente con smartphone
En 2008 hablábamos de comparar precios con lo de los comercios electrónicos cuando se salía de compras como algo que técnicamente era posible, aunque la experiencia no fuese demasiado buena ni la competencia en precios de las tiendas online demasiado agresiva.
Hace un año hablábamos del "showrooming" como una tendencia al alza, pero sin posibilidad de dar cifras de impacto más allá de la percepción de que empezaba a pasar de los entusiastas tecnológicos / visionarios (ese espectro que ha venido a llamarse los "early adopters" en terminología de Geoffrey Moore) a un público más amplio.
Ahora ya hay alguna encuesta con visos de echar un poco de luz a la hora de medir el impacto del fenómeno, al menos en Estados Unidos. Con la salvedad de los sesgos metodológicos, merece la pena echar un vistazo a los números de los que se hace eco Pando Daily: el 43% de los encuestados afirma haber practicado el "showrooming" y negocios como Best Buy tienen un elemento más para diagnosticar la crisis de su modelo.
¿Qué se puede esperar? Hay que sumar la conjunción del crecimiento de penetración del smartphone, de la oferta de comercio electrónico online y la crisis que hace que los usuarios demanden precios más ajustados. En España habría que añadir ese sentimiento generalizado por no querer pagar más que el vecino en ningún caso para desembocar en una tormenta perfecta para el comercio tradicional: el showrooming ha venido para quedarse y, siguiendo el modelo de adopción del señor Moore, su crecimiento empezaría a tener la forma de una curva exponencial.
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