Si Twitter deja de ser la puerta de entrada a la información, quizás pueda serlo un medio
También: La lucha por definir la inteligencia artificial general; Osama bin Laden es viral y un enorme problema para TikTok
Amigas, amigos, hoy post de tendencias tecnológicas de la semana.
The Verge ganó y perdió con su portada más bloguera
Hace más de un año, The Verge rediseñó su portada y lo analizamos por aquí. Ahora tenemos números que permiten evaluar la apuesta, publicados en Adweek.
El resumen es que el tráfico total del sitio ha caído de manera muy considerable: De septiembre de 2021 a agosto de 2022, el medio tuvo una media de 17,3 millones de visitantes al mes, según Comscore. De septiembre de 2022, cuando se produjo el rediseño, a agosto de 2023, el sitio promedió 11 millones de visitantes mensuales. En cantidad, han perdido.
Pero los usuarios recurrentes - considerando como tal a un lector que visita el sitio al menos cinco veces al mes - aumentaron un 62%. Esta métrica nos puede hablar de la “calidad de la audiencia”, aunque en mi opinión añadiría un filtro: considerar sólo a los recurrentes que entran por la portada. Puedes tener un usuario que te visita muchas veces siempre empujado por el mismo agregador (Facebook, Google, etc…).
Con cada rediseño pierdes tráfico (sobre todo porque Google tarda en reconocer la nueva organización de la página, más si hay cambios de URLs), pero aquí claramente hay algo más. El hecho de que meses después el medio de tecnología más fuerte del mundo no haya recuperado las visitas que tenían antes significa que no están trabajando bien la mayor fuente de audiencia actualmente, Google Discover.
Lo más interesante de The Verge con la fidelización de audiencia es que cambiaron a un modelo muy de cultura blog, con muchas mini piezas que apenas eran un comentario y un enlace a ir a otro medio o a un creador. Contradiciendo esa forma de pensar un tanto rácana de cierta cultura de medios (muy habitual en España): no enlacemos a ningún lado esperando tener al usuario cautivo (quizás pensando que la gente no se va a enterar de que existen otras webs). Mientras en los blogs se creaba red, en los medios se piensa como en un juego de suma cero.
¿Por qué creo que tiene sentido la apuesta de The Verge? Porque la mejor experiencia de contenidos no es circunscribirte a un sólo emisor, y en eso los agregadores, desde Facebook hasta Twitter, con Discover también, llevan ofreciendo una mejor experiencia en internet desde hace muchos años. The Verge añadiendo algunos enlaces por día a otras fuentes no va a igualar el río infinito de las redes sociales, pero pueden mejorar su propuesta con lo mejor de otros sin caer en el scroll adictivo. Sin ir más lejos su portada me parece de lejos la mejor de la prensa de tecnología anglosajona.
¿Puede el negocio soportar esta pérdida de tráfico? Depende, si el mayor peso es de la publicidad programática, entonces la respuesta es que no porque correlaciona muy fuertemente con el número de impresiones publicitarias, que depende a su vez del número que tenga cada página de la web y del número de páginas vistas.
Una audiencia de menor volumen pero más fiel porque cuidas mucho la marca encaja con una venta publicitaria “más premium” (más cara pero que no suele agotar todo el stock de posiciones) o con cobrar al usuario. De hecho tener usuarios recurrentes que entren por portada suele ayudar a que funcione mejor la “publicidad nativa”, la que se integra en la experiencia del medio basada en contenido (y que no suele funcionar bien en buscador, en discover ni en redes).
Cuidar más la marca y piezas que son un mero enlace con comentario te hacen perder en volumen de tráfico y en la cantidad facturada en programática, pero a largo plazo tiene un valor estratégico: si Discover afloja o desaparece, el que no tenga una comunidad de lectores fieles se va a ver desnudo en el negocio de medios.
La mayoría de medios intentan nadar y guardar la ropa. Tener recurrentes y una portada fuerte, pero a la vez producir un montón de piezas de calidad y relevancia discutible que ayuden con el volumen. Esto tiene su sentido estratégico, sin el mercado estadounidense de publicidad premium y pago por contenidos, conviene diversificar en varias vías de ingresos si es posible. El problema con muchos es que en esta búsqueda del volumen están sacrificando tanto la marca que ver su nombre asociado a un contenido hace tiempo que dejó de significar garantía de nada.
La lucha por definir la inteligencia artificial general
Publica DeepMind un paper en el que propone un ‘framework’ para categorizar en seis niveles la inteligencia artificial. El nivel 0, sin IA, representa la línea de base. A partir de ahí, la cosa se pone más interesante. Definen niveles de inteligencia artificial general desde el nivel 1, emergente, ("igual o algo mejor que un humano no cualificado"); hasta el nivel 5: sobrehumano ("supera al 100% de los humanos"). En el nivel 1, tenemos herramientas de "AGI emergente" como los modelos grandes de lenguaje (ChatGPT, Bard), así como herramientas limitadas como los sistemas basados en reglas. Mientras tanto, en el nivel 5 no hay ejemplos de herramientas similares a la AGI general, pero sí hay algunos ejemplos de herramientas de "inteligencia artificial estrecha sobrehumana" como AlphaFold, AlphaZero y el motor de ajedrez StockFish.
DeepMind trata de analizar los riesgos de la inteligencia artificial a través de la lente de la autonomía, es decir, qué riesgos aparecen a medida que se aplica una cantidad creciente de automatización a una tarea. En este caso, el Nivel 1 es "IA como herramienta": "el seguimiento humano controla las tareas y utiliza la IA para automatizar subtareas mundanas", lo que introduce riesgos como la pérdida de competencias o la interrupción de sectores establecidos. El nivel 4 es "La IA como experta": "La IA dirige la interacción; el ser humano proporciona orientación y comentarios o realiza subtareas", con riesgos como el hastío a escala social, el desplazamiento masivo de mano de obra y el declive del excepcionalismo humano. El nivel 5, "IA como agente", también lo llaman "IA totalmente autónoma", conlleva grandes riesgos como la desalineación y la concentración de poder.
Por otro lado un consejo de seis miembros de OpenAI decidirá "cuándo hemos alcanzado la AGI". Y esto es interesante industrialmente porque cualquier sistema que se determine que ha alcanzado la inteligencia artificial general quedará excluido de las licencias de propiedad intelectual y otras condiciones comerciales con Microsoft.
Hay varios aspectos interesantes de esta competición por definir la inteligencia artificial general. Uno es el científico-técnico, cómo lo vamos a medir. Otro es de narrativas, si nos encontramos con el fin del recorrido del deep learning miraremos estas propuestas como desvaríos en medio del hype. Por último tenemos una situación de “equipos de investigación” reconvertidos o comprados por grandes empresas de tecnología, con los papers fundamentales de la disciplina paridos por corporaciones con intereses industriales en el tema.
Osama bin Laden es pseudoviral y un enorme problema para TikTok
La "Carta a América" de Osama bin Laden se ha hecho viral en el TikTok angloparlante. La carta, que ya ha sido retirada del sitio web de The Guardian, esboza la justificación de Bin Laden para su hostilidad hacia Estados Unidos, y muchos usuarios de TikTok han simpatizado con su razonamiento. Un ejemplo se mantiene en Twitter.
The Guardian ha borrado de su sitio web esta"carta al pueblo estadounidense" (se puede leer aquí). TikTok también está borrando vídeos, con una situación que se ha vuelto peligrosa para ellos. El punto de debate en Estados Unidos es si se trata de una viralidad de abajo a arriba (contagiada de forma orgáncia por los usuarios) o es al revés. Aquí siempre caben diversas teorías, algunas de las cuáles acaban señalando que si la puerta a la información de los estadounidenses es Tiktok, entonces estás en mano de una empresa china sometida al orden de una dictadura con la que mantienes una suerte de pseudo guerra fría comercial. ¿Le interesa a China entonces desastibilizar las sociedades occidentales?
Claro que caben otras teorías. No es orgánico, pero tampoco dirigido por la plataforma. Una suerte de viralidad organizada y promocionada por actores que utilizan a tiktokers, pero no necesariamente los dueños de la aplicación. Es de lo que tiene pinta toda vez que aparecen en la tendencia un grupo “influencers” aparentemente seleccionado y no mucha conexión con el público general. Estas alarmas suelen resultar muchas veces un pánico moral.
Dos bolas extra para la reflexión que ya hemos tratado por aquí. El cambio generacional con el consumo de medios, de hecho según un estudio reciente de Pew, cada vez más ciudadanos estadounidenses se informan a través de TikTok. El otro es que Tik Tok es la televisión; y si cuesta imaginar que desde China manejaran Mediaset y Atresmedia, todavía es menos verosímil que esto se mantenga en Estados Unidos.
Este borrado de los grandes mediosy plataformas de la carta (o su interpretación y reivindicación) da pie a la narrativa “contrarian”: no quieren que sepamos, ocultan y manipulan. Hasta cierto punto es una opinión que tiene recorriedo, The Guardian es partidario de informar hasta el punto de mantener controlado los efectos en la conversación pública. Si el tema se sale de los parámetros editoriales que piensa The Guardian como correctos, entonces mejor borrar para limitar su alcance. A TikTok se le presume una postura menos editorializada, pero claramente quiere evitar la opinión política que le complique el horizonte industrial.
Breves
La venganza de Steve Ballmer frente a Bill Gates: así es cómo está consiguiendo ser más rico. En el Blog Salmón.
Muy identificado con este “Matt Mullenweg 17 años después” de Javier Pastor en su blog.
Bueno, en el análisis de The Verge te dejas la estopa que le han dado a Google constantemente en los últimos meses. Que Google te dirá que no, pero yo me huelo que sí afecta al tráfico, sobre todo de Discover.
Súper interesante el análisis del tema de The Verge. Desde mi humilde punto de vista, a largo plazo es el caballo ganador.