Regulación del estado y visión del liberalismo tecnológico
Resulta revelador asistir a las reacciones que se producen desde el ámbito de la tecnología a los movimientos regulatorios a la luz de dos noticias de estos días. La primera apuntaba a que el gobierno español quiere regular el crowdfunding - de hecho parece que sólo el equity crowdfunding - tal como han hecho otros países.
Otra apunta a que la comisión europea quiere introducir medidas de protección a consumidores en compras dentro de aplicaciones y se ha reunido con Apple y Google para ello.
Quizás porque esta última tocan con una fibra personal, mi aversión a esos mecanismos psicológicos utilizados para maximizar las compras dentro de aplicaciones incluso dedicadas a niños y el escaso control y poder con el que me encuentro para poder impedir eso, he seguido los comentarios y reacciones en twitter y comentarios con especial atención.
Lo que más interesa de los primeros comentarios que veo desde el mundo de la tecnología es la idea de que la regulación del estado por definición es negativa - frena la innovación, "no saben", "estropean" - mientras se defiende que la superioridad del enfoque más liberal capitalista de Sillicon Valley en el que lo mejor es dejar hacer a las compañías - grandes o pequeñas - minimizando la intervención.
Me sorprende por el escaso calado que tiene el liberalismo en España con excepción de este ámbito en el que esa corriente de pensamiento que idealiza al emprendedor y apunta como mayor éxito recibir grandes inversiones y tener "exits" millonarios. No digo que sea mejor ni peor, pero hay un punto de ruptura con la tradición reguladora europea de mayor peso del estado y mi impresión es que está filtrándose a través de la ideología que subyace al pensamiento de tecnólogos, inversores y empresarios de Sillicon Valley.
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