OpenAI no tiene un foso tras el que defenderse ni X anunciantes anti sistema

Además: Beatriz Rico resume en una frase todo un espacio de debate sobre nuestra relación con la verdad y la realidad que se abre ante nosotros.

Hoy venimos con una edición variada en temas y debates. ¡Espero que interese lo suficiente para justificar la apertura en pleno Agosto!

Elon contra los anunciantes recuerda que internet no ha superado el modelo de mass media del siglo XX

En lo de Elon / X demandando a la "Global Alliance for Responsible Media" (que no a anunciantes directamente) hay un tema de fondo ya presente en la discusión sobre los mass media del siglo XX.

Los medios de comunicación de masas tendieron a la moderación porque su negocio siempre ha dependido de que los "Corte Inglés" de turno se quisieran anunciar en ellos. Esto era una queja habitual de la izquierda antisistema hace 40, 60, 80 años: los medios de comunicación como herramienta de control social que establecen lo que es aceptable, que construyen el sentido común desde la ideología burguesa capitalista. Por ahí andaban los neomarxista como Marcuse o Adorno (yo leí más al primero).

En estos giros de guión que nos está dando el siglo XXI, ahora quien denuncia el poder de los grandes anunciantes (bancos, telecos, gran consumo, eléctricas) para modelar a la sociedad es la derecha alternativa, cuya aproximación a temas como género, racismo/inmigración o discurso de odio / libertad de expresión queda fuera del consenso del sistema.

El argumento nuclear en la demanda de Elon / Twitter es que una decisión puramente técnica llevaría a planificar la publicidad en función de la cantidad de audiencia que tengas. Al no hacerlo así, los grandes anunciantes discriminan por ideología a los medios y plataformas fuera del consenso ideológico dominante.

La demanda, sospecho, no tiene mucho recorrido: una marca quiere audiencia y también un contexto al que estar asociada. Y eso es una decisión técnica. No le vale el mismo usuario al lado de un contenido “blanco” que al lado de un vídeo con una llamada a expulsar a los inmigrantes o autopromos más o menos automáticas de porno en onlyfans. La asociación, por cierto, se ha disuelto por la falta de recursos financieros para enfrentar la demanda… lo que no quiere decir que los anunciantes vayan a volver a X.

Internet ha rebajado la barrera de entrada y, hasta cierto punto, ha permitido la aparición de medios y plataformas fuera del consenso moderado pro sistema. A esto ha habido una reacción fuerte (los integrados en medios contra los nuevos extremos que les compiten con nuevas publicaciones o en plataformas) y los extremos han sido de nuevo empujados a entornos menos visibles. Con más alcance que en el siglo XX, pero sin posibilidad de ser el gran medio de comunicación o la plataforma de referencia.

Ejemplo de esto es Truth Social, el “Twitter de Trump”, en el que las grandes marcas no invierten y se tiene que conformar con anunciantes orientados al nicho de fans del expresidente y al de cristianos muy conservadores. Sin el dinero de los grandes anunciantes y las agencias de medios no puedes conseguir los económicos de Instagram o Facebook, ni siquiera los del Twitter pre Elon Musk.

OpenAI no tiene foso tras el que guarecerse

Una discusión habitual en la industria tecnológica es la de si tal o cual empresa o producto tienen moat, un foso, un elemento que convierta su posición en casi inexpugnable a la competencia.

Un ejemplo actual podrían ser Apple con iOS y Google con Android. Hay tanto valor creado encima de sus plataformas y difícil de migrar a otras, aplicaciones y servicios que el usuario exige tener (su banco, mapas, pagos, plataformas, streaming), que es muy pero que muy complicado crear una alternativa a día de hoy.

El caso clásico de moat es el de Intel con la arquitectura x86 y su alianza con Microsoft Windows. Durante décadas le funcionó, pero ya no tanto. Es una demostración de que no hay foso que cien años dure.

¿Y Open Ai como punta de lanza en inteligencia artificial? Si consigue un foso, ser el líder y el innovador en esta etapa incipiente le otorgaría un gran beneficio potencial a medio y largo plazo. Si no lo tiene, le puede suceder como a muchos pioneros: luego llegan seguidores que no arriesgaron tanto o que tiran de músculo y te superan.

Mi impresión, viendo lo conseguido por Meta con Llama 3.1, es que alcanzar a OpenAI en el nivel de los modelos de lenguaje es más una cuestión de tener GPUs y datos (es decir, dinero) que de elementos científico-técnicos que pudieran diferenciar a unas empresas de otras. OpenAI logra ser la mejor cuando lanza un modelo, pero a los pocos meses es igualada y, en algún caso, superada. No veo razones para pensar que en la multimodalidad de voz va a ser diferente.

¿Es posible un foso en inteligencia artificial? Quizás sí, en la que se basa en el conocimiento que tiene del usuario para mejorar y personalizar la experiencia. Y ahí quienes tienen ventaja son los que dominan el sistema operativo móvil, volvemos a Apple y Google.

En el uso de modelos mediante API ya estamos viendo una guerra de precios que muestra que GPT-4o es intercambiable por Gemini, Llama o Claude. Si ChatGPT y sus GPTs les funcionaran, es posible que OpenAi tuviera una cierta ventaja, pero mi impresión es que tampoco lo ha conseguido. ¿Quizás con el lado más personal e íntimo con la voz nueva que está por llegar? Un foso no ya técnico, sino afectivo.

Es IA. Pero yo elijo pensar que es real

Mi admirada Beatriz Rico resume en una frase todo un espacio de debate sobre nuestra relación con la verdad y la realidad que se abre ante nosotros.

También una segunda frase que deberíamos anotarnos porque todos, tú, yo y el más experto en inteligencia artificial, caeremos más pronto que tarde en tragarnos un contenido generado.

Breves

Google, el monopolista. Michael Mcloughlin en El Confidencial explica el por qué de su condena (se entiende mejor “por prácticas monopolísticas” que por “monopolio”) y Javier Pastor en Xataka sobre las consecuencias. Si Google no puede pagar por ser el buscador por defecto en el futuro, esto es un problema para Apple… y para Mozilla.

Axios despide a 50 empleados y lo comunica con su formato y el “why it matters?”. El caso es que, como apunta Mar Manrique, justo ese formato resumen es algo que con otras fuentes se puede conseguir bien con inteligencia artificial.

Youtube puede ganar la guerra al bloqueo de anuncios. Como a otros muchos, a mi usuario de Youtube le ha llegado el cambio y los anuncios ya no se me sirven “aparte” a través de un servidor diferente. Me aparecen inyectados en el propio vídeo, indistinguibles a priori para una herramienta de bloqueo (explicado por Antonio Vallejo en Xataka Home).

“Cómo Google está acabando con sitios independientes como el nuestro”. House Fresh.

Javier Lacort halaga a Arc, así que me lo anoto para volver a mirarlo a fondo.

Adiós a scalisto. Se nos va un bloguero clásico, con su bitácora en blogspot, de los compartir por compartir, ajeno a la búsqueda de monetizarlo todo.