Vodafone y el desafío de rentabilizar la compra de Ono
"¿Es justo el precio que ha pagado Vodafone por Ono?" preguntaba alguien en la rueda de prensa de la teleco. Al margen de lo llamativo del enfoque (hablar de justicia en lugar de rentabilidad), una vez confirmado el movimiento, el debate se sitúa en el "¿es buena compra?" para desembocar en el "¿y ahora qué?"
Sobre si es buena compra creo que Antonio Coimbra - consejero delegado de Vodafone - dejaba entrever dónde estaba la clave en los próximos años: a cuántos clientes de Vodafone van a ser capaces de venderle conectividad en casa y tele de Ono; y, en menor medida por el volumen, a cuántos de Ono serán capaces de convertir en fijo más móvil.
En ese camino hay varias dificultades muy marcadas: una es saber si el acuerdo de despliegue de fibra con Orange permite lo que Vodafone ahora quiere (desplegar sólo donde no tiene buena cobertura de Ono), integrar ambas compañías (y eso supone despidos por duplicidades por mucho que apunten a que se complementen, también de forma técnica en las redes, en facturación, etc..) decidir sobre la marca Ono (aquí mi apuesta es que a corto plazo no la tocan, pero a la larga es inevitable que la cambien), realizar la oferta y la estrategia comercial (un buen punto es la gran cantidad de tiendas que tiene Ono), enfocar el marketing...
Muchas decisiones en las que se jugarán la rentabilidad de la compra, que a priori tiene todo el sentido que empezamos a comentar desde hace años con el jaque al resto del sector que fue y es Fusión de Movistar y con el que han seguido apretando. De hecho, si yo fuese accionista de Ono habría mandado ostras y champagne a los amigos de Telefónica que son su estrategia están forzando la consolidación del sector que tiene visos de continuar. Quedan por encontrar pareja Jazztel, Yoigo y las cableras regionales.
En el caso de Vodafone hay algunas decisiones que parece que están tomadas. Mantener el cable de Ono y exprimirlo al máximo (han comprado la red y los clientes como grandes activos) mientras que lo complementan con el despliegue de fibra (FTTH una tecnología con más recorrido dicho sea de paso), aumentar la rentabilidad por cliente de móvil Ono pasándolos a su red (aquí tendrán que negociar con Telefónica) y, esto está por ver, conseguir que Ono crezca en nuevos clientes.
Hay un punto que Coimbra señalaba y que creo que es bastante cuestionable. Decía que la compra de Ono por Vodafone estimulaba la competencia... pero creo que es la foto de justo lo contrario. La concentración del sector teleco en cuatro o cinco grupos en un escenario en el que la guerra de precios se enfríe y en el que haya una mayor barrera de entrada. Y todo ello propiciado, sobre todo, por Telefónica, que al fin y al cabo es otro ganador de este movimiento.
PS: una pieza que hemos trabajado para reflejar una gran gran historia de éxito en nuestro país, ONO, cómo pasar de reunir a cableras regionales a ser comprada por Vodafone