Vídeo en directo por internet: puede que no sea para tanto
La reciente retransmisión de un concierto de U2 en directo en Youtube ha desencadenado cierto furor pro el fenómeno del vídeo en vivo por internet, acrecentado por el empuje de otra de las expresiones de moda, "el tiempo real". Los números del evento de U2 los explicaba Uberbin, mientras que en periodistas 21 se habla de "la era del vídeo en directo en internet". Aunque ciertamente hay eventos que pueden concitar mucha atención, el tema del vídeo en directo en internet me parece sobrevalorado cada vez que se analiza a partir de las excepciones y no de la norma. ¿Acaso no se ha reclamado la red como el mejor instrumento para el consumo bajo demanda, desde donde quiera y cuando quiera el usuario? Hay muy pocas retransmisiones que vayan a animar a la gente a tener que sincronizarse con ellas: se inauguran los juegos olímpicos, una final deportiva, los grandes acontecimientos políticos... y poco más. El que algunos videobloggers planteen su producto como una "retransmisión en directo" o que las cadenas de televisión ofrezcan programas sólo cuando coinciden con su emisión por señal convencional no es sino establecer una barrera de entrada que será rentable muy pocas veces.
Claro que hay eventos capaces de movilizar a la gente, capaces de provocar la necesidad de ser "presenciados, vividos" más que visualizados a posteriori, pero son muy, muy escasos. Esto es interesante para los medios, siempre necesitados de contenidos en exclusiva para su negocio, pero lo razonable es que no entremos en "la era del vídeo en directo", sino más bien estemos un escenario en el que la tecnología permita retransmitir nuestra vida entera en directo, sin que eso le añada mayor interés para el resto de la humanidad.
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