Una compra con tres actores: Microsoft, Nokia y un teléfono Android
Hace unos días ATD publicó una de esas historias con las tripas del proceso de compra de la división de dispositivos de Nokia que tanto me gustan: la posición de cada uno, su evolución durante la negociación, las posiciones de fuerza, las tretas y tácticas de cada uno...
Uno de los detalles que más me llamó la atención fue el hecho de que apuntasen a que el proceso lo comenzó Ballmer, es decir, Microsoft. Esto chocaba con la hipótesis que uno manejaba hasta ahora: Nokia era quien necesitaba un rescate, Microsoft era quien estaba más cómoda con el status quo y, al mismo tiempo, los finlandeses partían de una posición de fuerza al ser el único sostén de Windows Phone. Sin embargo la pieza de ATD, que por otro lado parece bastante creíble con todo el detalle que ofrece, no recogía este escenario sino más bien el de un Microsoft preocupado por un crecimiento lento de su sistema móvil.
Ayer NYT publicaba que, efectivamente, Nokia flirteaba con la posibilidad de sacar al mercado un teléfono Android, con el que ya experimentaban en sus laboratorios. Por mucho que públicamente se mostrarán sin indicios de arrepentimiento, el debate interno iba por otros derroteros muy diferentes.
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