Un asesinato extremadamente online
La violencia política en y para el ecosistema informativo actual
El asesinato de Charlie Kirk ilustra cómo algunos debates han perdido su importancia y otros son más urgentes que nunca.
Entre los primeros tenemos la política editorial de los medios tradicionales sobre mostrar o no violencia gráfica. Entre los segundos la capacidad de las plataformas de contenido generado por usuarios para gestionar millones de publicaciones con el momento del balazo al activista.
Kirk recibió un disparo en un acto público ante cientos de personas en un campus universitario de Utah, muchos de ellos con sus móviles en mano para grabar su discurso.
En X me crucé de inmediato con un vídeo que mostraba directamente el momento en que Kirk era alcanzado por el disparo, con su cuerpo sacudiéndose y la sangre manando de la herida. Pronto aparecieron otros vídeos: uno en bucle que mostraba el instante del impacto a cámara lenta; otro, grabado desde el lado izquierdo de Kirk, incluía un audio que sugería que estaba hablando sobre la violencia armada en el momento en que recibió el disparo.
No ha salido sólo X, en cualquier otra plataforma ha sido el tema. De Youtube a Instagram, la dinámica de promoción de contenido popular ha puesto delante de los ojos de todos sus usuarios la violencia de un disparo mortal. Para el creador el incentivo editorial de la importancia del momento, también de su éxito en alcance y visualizaciones; para el espectador, la experiencia guiada por algoritmo de recomendación.
Es posible que la etapa actual, en las que las plataformas son más laxas a la hora de eliminar contenidos de manera proactiva, haya ayudado a la difusión. También sucede que los mecanismos automáticos que vigilan los millones de contenidos son falibles: incluso las plataformas que en sus términos presentan la prohibición de publicar violencia han tenido los vídeos con millones de usuarios de alcance.
Podemos aventurar una hipótesis, la elección de la víctima y del momento es probable que obedezcan a la lógica del momento mediático que vivimos: conseguir el máximo impacto en redes sociales.
Memes que codifican un mensaje
Ryan Broderick y Adam Bumas analizan los mensajes encontrados en las balas, tanto en la que mató a Kirk como las que quedaron por disparar:
“Los casquillos de balas sin disparar tenían escritas otras frases, entre ellas: «¡Eh, fascista! ¡Atrápala! ⬆️, ➡️, ⬇️⬇️⬇️», «O bella ciao, bella ciao, ciao, ciao» y «Si lees esto eres gay lmao».
El primer mensaje es una referencia al videojuego satíricamente fascista Helldivers 2, en el que esa combinación de flechas activa el ataque con bomba más poderoso del juego. El segundo mensaje alude a una canción popular antifascista italiana, que ha recuperado interés tanto en internet como fuera de él tras su uso en la serie de Netflix La Casa de Papel. «Bella Ciao» también aparece en el videojuego Far Cry 6. El tercero no es más que la típica jerga provocadora de internet, con capas adicionales de ironía gracias a las bromas mucho más propias de la cultura online que aparecían en las otros casquillos”
La bala que alcanzó y mató a Kirk tenía escrito en su casquillo: «Notices bulge OwO whats this?». Se trata de una referencia a un viejo chiste de internet que se originó en juegos de rol furry basados en texto. Sin embargo, no es una prueba de que Robinson fuese furry. El meme hace tiempo que pasó a formar parte del canon de la cultura extremely online.
Este es un estilo de escritura propio de la cultura extremadamente online: críptico, impulsado por memes y burlón incluso ante asuntos serios o perturbadores. Este tipo de comunicación consigue a la vez ser sólo para iniciados, gente con el lore suficiente (conocimiento del canon) y burlar distintas capas de censura excesivamente literales. Sobre esto discutimos en la pieza “La moderación de contenidos en las redes sociales está cambiando el lenguaje”.
El marco del debate y su control
Hay otro aspecto en el que el asesinato se presenta como un hecho noticioso diferente a otros atentados de generaciones anteriores y tiene que ver tanto con su tratamiento informativo como con el análisis y el marco de entendimiento desde el que se debate.
En lo primero no hay novedad en el frente. Tras el hecho se sabe poco o nada, todo es confusión y pasan horas, días, semanas a veces hasta que se ha podido verificar y contrastar. Al estar desde el minuto uno online y publicado, los vacíos informativos se rellenan con especulaciones, hipótesis, indicios probables o inventos absolutos más o menos malintencionados. Y más en un asunto con una gran carga ideológica o partidista.
Las plataformas y la conversación pública tienen mecanismos rectificadores de estos problemas, pero salta a la vista que no son suficientes. X volvió a ser central, pero también Instagram y TikTok, con mención especial a Bluesky. La presencia de comentarios, notas de la comunidad y moderación activa (por ejemplo, la censura de celebraciones) no parecen ser suficientes en rapidez y precisión para contener el aluvión informativo con el asesinato de Kirk.
Hay otra capa de debate con el análisis. Si la información debería llevar tiempo, el entendimiento y digestión de la situación social y política no debería ser menos. El enfoque de algunos analistas y medios muy editorializados ha resultado pobre, pero al mismo tiempo, costoso de desmontar. Lo comenté en X:
Guardans y otros han caricaturizado los discursos de Kirk con brocha gorda. En otros tiempos el mass media tenía el poder de enmarcar los debates sin competencia, ahora todos podemos ir a los vídeos del propio Kirk y verificar si es correcto lo que nos explican.
En la medida en que muchos analistas políticos y medios han abdicado de su misión de ayudarnos a entender lo que pasa para abrazar el rol de predicarnos las ideas correctas que debemos tener, se articula un escenario paradójico: quienes nos señalan todo el día a plataformas y creadores independientes como fábricas de bulos realmente articulan un sistema despreocupado de informar bien y ocupado en la militancia ideológica, cuando no partidista.
Nutpicking y cancelación: a por esos mensajes de odio que no se pueden aceptar
Otra paradoja de la experiencia extremadamente online del asesinato de Kirk ocurre con las probables intenciones de la violencia política y la reacción a la misma.
Señala Berta G. De Vega que el tiro es también a la libertad de expresión. Es la motivación principal de la violencia política y el terrorismo: acabar influyendo en la sociedad hasta el punto de conseguir la intimidación y autocensura de los enemigos.
También hay otra cara interesante y tiene que ver con la cultura de la cancelación. ¿Debe censurarse la celebración del asesinato? ¿es un límite a la libertad de expresión? Ya hemos visto que Bluesky ha decidido eliminar los mensajes festivos, aunque ha dado tiempo a que haya una fuerte demanda desde la derecha: aquí un megahilo de personas despedidas por sus declaraciones tras el asesinato.
Seguir las noticias a través de X y de sus comentaristas más activos y con mayor alcance da una impresión de que las posturas extremas son mucho más frecuentes. Estaríamos así ante una extrema izquierda que celebra y justifica la violencia política y una extrema derecha llamando a responder y a la guerra civil.
Se suele apuntar a que la culpa de esto la tiene la dinámica algorítmica que premia el engagement, a su vez facilitado por los mensajes capaces de desencadenar reacciones emocionales fuertes. Así hay en parte selección de los que triunfan en las plataformas como incentivos para el devenir de todos los creadores. Es algo que intenté explicar hace tiempo en la introducción de mi charla TED sobre inteligencia artificial y poder.
Pero hay otro fenómeno asociado que refuerza la dinámica anterior, el nutpicking, mucho menos comentado. Me autocito:
El término está muy bien conseguido, pariente del “cherry picking” (aquí parece imponerse “falacia de la evidencia incompleta”) por lo que tiene de sesgo al escoger argumentos a rebatir, y a la vez sutilmente diferente al hombre de paja: no hace falta tergiversar al contrario porque internet nos permite acceder a los argumentos más idiotas y a las posiciones moralmente más reprobables del “otro bando”.
Así, al mismo tiempo que tenemos comentaristas a la búsqueda de cualquier frase de Kirk sacada de contexto para señalar lo inaceptable que era su discurso, concurre la búsqueda del izquierdista que se alegre para poder enmarcar la ideología progresista en la violencia política. Véase el ejemplo con Negre:
Ambos forman parte de un juego político polarizador y antiplural: si mi opuesto es absolutamente inmoral, no es legítimo que se le permita acceder al poder o siquiera participar en el debate público.
Obviamente es una foto distorsionada e interesada por el hecho de que a los extremos les interesa mostrar lo más posible lo peor del extremo opuesto.
No quiero acabar la pieza sin dos mensajes. Uno es del propio Charlie Kirk:
“Cuando todo va tan rápido y la gente pierde la cabeza, es importante mantener los pies en la tierra. Apaga el teléfono, lee las Escrituras, pasa tiempo con tus amigos y recuerda que la furia de internet no es la vida real. Todo va a estar bien.”
Y el otro es el artículo completo del pundit demócrata Ezra Klein, que en su pieza en el New York Times (traducida por Infobae) se eleva moral e intelectualmente por encima del debate en el barro tan pobre y tan terrible que hemos visto en la mayoría de medios y analistas.
Me lo he leído de pe.a.pa, sin usar GPT 😎 y tengo que decir que me parece un muy buen análisis que va más allá de lo dicho por unos y otros.
Muy buen análisis, Antonio. Está por ver a dónde nos lleva esta tendencia de la violencia extremadamente online. Ojalá más sensatez como la de Ezra Klein (su artículo es para enmarcar, la verdad). Si no lo has leído, me ha gustado también el de Zeynep Tufekci que se resume muy bien en esta frase suya: “Virality achieved, but humanity — theirs and ours — lost”.
https://www.nytimes.com/2025/09/13/opinion/the-flood-of-moment-of-death-videos-is-killing-us.html