Mike Rowe es un joven estudiante canadiense de 17 años que decidió hacer trabajos de diseño web en su tiempo libre y para ello registró el dominio mikerowesoft.com, evidentemente a partir de su nombre. Pocos lo conocerían hoy si no llega a ser porque a cierta multinacional el nombre le sonó demasiado similar al suyo y le ofrecieron a Mike 10 dólares por el mismo, afirmando que estaba infringiendo su copyright. Rowe contraofertó 10.000 dólares a Microsoft por el dominio, dado el esfuerzo que había puesto en el proyecto. La respuesta no se hizo esperar y llegó en forma de 25 folios de parte de la multinacional de Redmon en la que acusaba a Mike de intentar forzar a Microsoft a hacer un pago extraordinario por lo que, por derechos de marca, les pertenecía.