Intentando cambiar la narrativa sobre Google Glass

He llegado a la defensa que hace Google de sus gafas a través de el artículo de Rosa Jiménez en El País. Señalan "diez mitos" que se han creado - según Google falsos - alrededor de Google Glass, un ejemplo:
El fin de la privacidad. Cuando las cámaras llegaron al mercado de consumo, a finales del siglo XIX se declaró también el fin de la privacidad. Las cámaras se prohibieron en parques, monumentos y playas. La gente temía lo mismo que cuando salieron los móviles con cámara. Las cámaras ya están en todas partes. En 10 años habrá muchas más, con o sin Glass. 150 años después de la llegada de las cámaras y ocho después de YouTube sabemos que la gente graba y guarda de todo, desde gatos a denuncias de destrucción ambiental, caídas de gobiernos o grandes logros de la Humanidad.
Me interesa mucho el tema, de hecho escribí hace casi un año Repugnancia y fascinación con Google Glass y, básicamente sigo pensando lo mismo. De hecho el paso a la ofensiva en la comunicación de Google supone el reconocimiento de una situación en la que "evangelistas" se echan atrás, el público early adopter se está cansando de esperar a la vez que se dibuja cierto rechazo social.
El punto que pongo de ejemplo del artículo de Google ilustra cuán difícil lo tienen en esta batalla. Primero por desentenderse del contrato social y la percepción (no es equiparable sacar una cámara del bolsillo que tenerla en la cara continuamente) y segundo por pretender garantizar que con su software la grabación se haría evidente... cuando será relativamente sencillo que haya versiones del sistema que permiten saltarse las restricciones que Google quiere imponer en sus gafas.
Esta defensa de hecho creo que hay que leerla como un síntoma de falta de confianza y de preocupación por parte de Google ante la que se le vendría encima con una posible salida de Glass al mercado.
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