Burbuja o no burbuja, esa es la cuestión
¿Estamos ante una versión renovada de la burbuja de las ".com" de finales de los 90? ¿Hemos vuelto a algunos de los axiomas de la nueva economía a la hora de valorar empresas e inversiones? La valoración de Twitter en su salida a bolsa cuando todavía no gana dinero, la negativa de Snapchat a ofertas muy potentes, el precio pagado por Tumblr o por Instagram... ¿no son todo síntomas de una vuelta al pasado?
Aquí creo que merece la pena establecer un punto de reflexión porque, al mismo tiempo que sucede todo eso, tenemos por un lado lo mismo se afirmaba cuando Google compró Youtube (precio desorbitado, ausencia de rentabilidad) y ahora es difícilmente discutible el valor y negocio que les ha aportado tener el sitio de vídeo online líder; además hay una máxima que parece difícil de sortear, si precisamente hay mucha gente diciendo que estamos en una burbuja entonces es imposible que estemos dentro de una: una característica ineludible de las burbujas es el pensamiento generalizado de que va a seguir creciendo y que si no entras, te vas a quedar fuera de un gran negocio.
En Bits de NYT recogen el debate, reforzando mucho que la visión desde Sillicon Valley es de negacionismo. El titular en todo caso refleja la fuerte sospecha desde otros estamentos, "si parece una burbuja y flota como una burbuja, entonces...", sobre todo desde los entornos de "financieros puros" que al final del día esperan ver Ebitdas y flujos de caja.
En la defensa de la "no burbuja" tenemos las posturas de partes interesadas (grupos de inversión, Dixon, Arrington y similares), pero especialmente me ha gustado este artículo de Jon Rushman que a partir de los datos de inversiones intenta buscar paralelismo entre los patrones de 1999 y 2013... y no los encuentra, concluyendo que:
A los medios de comunicación les gusta concentrarse en los extremos de éxito o fracaso. Nosotros los podemos ignorar sin problema. Los promedios indican que si hay otra burbuja tecnológica en el camino, esta apenas ha comenzado.
Mi impresión es que burbujas pasadas - la de las empresas de internet a finales de los 90, la de la vivienda en España más reciente - ha provocado a que prácticamente ante cada caso aislado de aparente sobrevaloración o de fracaso se recurra al recurso dialéctico de la burbuja, como se hace como con cada fenómeno en el que la gente intuya grandes diferencias entre oferta y demanda (desde los community managers hasta los emprendedores y las incubadoras).
¿Es posible que se esté gestando una nueva burbuja en el sector de internet en Estados Unidos? Perfectamente, pero ni parece que estemos ahí todavía ni parece posible que vuelva a haber una fiebre del oro como la de aquellos años.