Ashley Madison y el efecto moderador de los medios
Lo de Ashley Madison ha sido la crónica de una filtración anunciada. Apenas se conocía que los que habían amenazado con hacerlo publicaban un listado al que catalogaban como el de los clientes de "la página de contactos más importante a nivel mundial en encuentros discretos para gente casada" - a través de Wired - la conversación ha girado hacia "qué bien se lo van a pasar en 4chan analizándolo y publicando nombres". 4Chan o deep web o foromotos o cualquiera en su casa que se descargue los torrents.
Hay un efecto moderador de los medios que ya no es tal. Si acaso los medios pueden no ayudar a popularizar y no transferir su credibilidad a según qué informaciones: en este caso se superpone la dificultad para contrastar lo que contiene un torrent o algo pegado en pastebin, el que la dichosa web no verificara correos y que es muy cuestionable que el que tal o cual ciudadano estuviese registrado es relevante. Pero el caso es que esos datos - insisto, dudosos cuando menos - que pueden causar mucho daño en la vida privada de millones de personas van a estar disponibles.
Nada nuevo que no hayamos comentado por aquí - la opinión pública ya no es lo que era, la censura en los tiempos de internet - que analiza muy bien John Herrman y que también tocamos en Xataka, la privacidad en Internet no existe. Un internet que hoy, en 2015, también es miles de usuarios distribuyendo nombres y correos de otros para que se pueda hurgar en la vida privada de otros.