Afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria
Superconductores a temperatura ambiente; ovnis y extraterrestres; Worldcoin para articular la renta básica universal y el cambio tecnológico que perjudicó a actores y guionistas
Vamos de nuevo con nuestro post habitual resumen de tendencias tecnológicas de la semana. En verano apareceremos de forma irregular, tanto este tipo de artículo agregador como los artículos largos, hoy llegamos justos pero es que el menú de esta semana es - literalmente - increíble.
El superconductor y los extraterrestres
Dos de esas noticias que “de confirmarse” serían el anuncio científico-técnico-social del año. Por un lado tenemos a los investigadores chinos que presentan el LK-99 como un superconductor a temperatura ambiente. Tenemos la noticia en Xataka, que junto a los hilos de Kaplan y de Gila ayudan a entender no sólo de qué iría el descubrimiento sino de las enormes repercusiones que tendría.
Uso el condicional porque como explica Francis Villatoro en su blog conviene mantener “dudas sobre LK-99, el supuesto superconductor a temperatura y presión ambientales”. Se trata de un post muy técnico y a fondo, en el que el profesor se muestra escéptico a la vez que abunda en que si los investigadores que lo proponen están en lo cierto tendríamos a la vez un nuevo material superconductor y una nueva teoría de la superconductividad:
El primer superconductor a temperatura y presión ambientales revolucionará nuestro mundo. Un hito científico que será recordado durante toda la vida por todas las personas que lo disfruten. Se publican en arXiv dos artículos con un nuevo material registrado como LK-99® que es un supuesto superconductor con temperatura crítica Tc ≥ 400 K (127 °C) a presión ambiental (por tanto, sería superconductor a la temperatura y presión a la que tú te encuentras ahora mismo)[..]. Si se confirman de forma independiente estas propiedades habrá Premio Nobel. Pero yo tengo serias dudas.
Recuerda Villatoro que la síntesis del nuevo material es muy sencilla, lo que significa que los experimentos realizados serán fáciles de replicar en las próximas semanas. Hemos tenido momentos de venirnos arriba, pero en el momento en que escribo estas líneas reina el pesimismo. Este hilo de Carmen Pacheco y el subreddit de la singularidad son estupendos para entender el momento de sobreexcitación, espectáculo y catarsis online sobre el tema: hay hasta quien intenta replicar el experimento en directo en Twitch.
Y luego tenemos el asunto de los extraterrestres
Tres militares estadounidenses testificaron bajo juramento que el gobierno de los Estados Unidos está ocultando información sobre Objetos Voladores No Identificados (OVNIs) y evidencias de "inteligencia no humana". Muchos detalles de sus declaraciones en este hilo de Carlos Sánchez.
De momento sólo tenemos eso, declaraciones. Mi impresión es que este tipo de puestas en escenas permite “salir del armario” a quien quiere creer, a armarse de razón a quien considera que la hipótesis de que no estamos solos en el universo más plausible que la contraria. Basta que un pequeño grupo revestido de autoridad se convenza que lo que no pueden explicar tiene origen extraterrestre para que andemos estrujando la paradoja de Fermi.
Decía Carl Sagan que afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria. Con el superconductor estamos camino de tenerla: si se puede replicar en los próximos días lo sabremos; con los ovnis de momento sigue siendo algo así:
Worldcoin, el pasaporte digital privado para “facilitar” la renta básica universal
Coincidiendo con su mayor momento de fama universal, Sam Altman lanza Worldcoin, una nueva criptomoneda para preservar la "identidad digital". La idea es que Worldcoin verifica que una persona es real. Te escanean los ojos con un "orb" disponible nueve ciudades, tras lo cual recibes una identificación y la criptomoneda de Worldcoin, $WLD.
¿Para qué? Según Altman y la startup detrás del proyecto, Tools for Humanity, para demostrar quién es humano en un mundo lleno de inteligencias artificiales. De momento parece que está convenciendo a mucha gente para ceder los datos biométricos: Worldcoin presume de más de 2 millones de usuarios, una valoración de 3.000 millones de dólares y planes para expandirse a 35 ciudades de 20 países. Más información en la página oficial, TechCrunch, Semafor.
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En una primera lectura parece una especie de pasaporte digital gestionado por una entidad privada: cualquiera que desee recibir un World ID tendrá que descargar World App y acceder a uno de los dispositivos de verificación de escaneo ocular de Worldcoin. De entrada no suena demasiado bien, tanto los datos biométricos como la gestión de esa identidad y del valor de la criptomoneda parecen centralizados por diseño (dicen que van a ceder la mayoría de los tokens y por tanto no habría tanto control a priori en pocas manos, veremos).
En la segunda lectura se apunta a que Worldcoin se postula como una herramienta que podría ayudar a reducir o eliminar el fraude si los gobiernos deciden distribuir una "renta básica universal" a sus ciudadanos. Sam Altman viene defendiendo desde hace tiempo la renta básica universal como forma de combatir la desigualdad de ingresos. Ha dicho a los inversores del proyecto Worldcoin que la inteligencia artificial podría agravar el problema.
Huelga de actores y guionistas, con Netflix empezó todo
La huelga de guionistas y actores tiene sus raíces en el cambio tecnológico y de negocio que trajo Netflix. Como hemos discutido muchas veces, cuando ocurre el tipo de disrupción como el que ha provocado el salto al “OTT”, hay cambios en la cadena de valor, con ganadores y perdedores. Y aunque a priori los Netflix y resto de servicio de streaming parecía que traían buenas noticias a los trabajadores del sector (mucha más producción, competencia por atraer estrellas y talento), son actores y guionistas quienes están perdiendo en la jugada.
En la era de la tele por cable y en abierto, estar en una serie de éxito generaba ingresos de varias formas. Cuando Netflix empezó a hacer series pagaba menos a los guionistas y actores, ya que no generaba dinero con los DVD y las reposiciones, como hacían los estudios. Esta pieza del New Yorker discute cómo "Orange Is the New Black", un gran éxito de Netflix, mostró los problemas en la economía de streaming: se acabó para los actores lo de recibir dinero de repeticiones y distribución en el extranjero de la serie. En el otro extremo, cada una de las seis estrellas de Friends recibe 20 millones de dólares al año.
La reacción de muchos estudios fue invertir para competir con Netflix con servicios propios (Hulu, Paramount+, Peacock). Los ingresos por DVD han desaparecido, no hay ingresos por vender series a Netflix u otra plataforma y el streaming se he revelado como demasiado competitivo para ganar dinero. Así que ahora los estudios quieren pagar a los actores y guionistas tan barato como Netflix.
La guinda a la situación es que los estudios ven la inteligencia artificial como una vía para abaratar el coste de actores y guionistas. No es tanto la sustitución completa (esa idea de que se graba a un actor y se le usa para siempre a cambio de nada) sino una cierta optimización (se le graba y se le paga ese día de trabajo, luego se usa su imagen en toda la película).
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