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Estoy convencido de que el infierno es un lugar donde todo es moderno, atractivo, fácil y entretenido. Para añadir a las referencias, en 1959, el sociólogo Erving Goffman desarrolló una teoría sobre la identidad que giraba en torno al hecho de fingir. Todos actuamos, como si hubiera una cuarta pared.

Me revienta sobremanera todo esta sobreexposición, y además no funciona en el sentido contrario. La continuación experiencia online hace que pertenezcamos a un rebaño digital, en el que continuamente tengamos que reafirmarnos ante nuestros semejantes. Realizar proclamas, actos vandálicos, o tonterías varias. Antes solo lo hacías cuando había manifa, ahora tienes que reafirmarte a todas horas. Internet es la ventana estrecha del presente, que tiene una memoria perfecta del pasado. Es el Jackass de los felices 20, la migración del lenguaje Sálvame a todos los planos de la vida, es el presumir delante de tus colegas elevado a la enésima potencia. La revista Magnum ya comprobó que el sentimiento que más mueve a las masas y al clic es la ira, no la pena ni la alegría. El tener miles de seguidores no sé si llega a algún lado.

¿Alguna vez ha servido esta pantomima para que inmigrantes que trabajan 60h a la semana en dos trabajos, dejen constancia al empleador que son serios, responsables y están dispuestos a matar por su empresa? ¿También las personas con algún tipo de discapacidad intelectual o física tendrán que grabarse vídeos para demostrar que pueden programar código software? En ese sentido el juego no funciona. Un tal John Rawls decía que la desigualdad puede justificarse si todos en la sociedad se benefician de ella. ¿Acaso se emplea esto para evitar desahucios, acompañar a los mayores, o solo para cultivar el ego?

Nuestro siglo es brillante produciendo pesadillas y terrible interpretando sueños.

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internet es un "click-bait" permanente,

enhorabuena por el artículo

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