Videovigilancia en las ciudades y falsa sensación de seguridad
Los límites de la videovigilancia en las ciudades con un ejemplo muy cercano a un servidor: las 17 cámaras del centro de Málaga detectaron sólo cinco delitos en todo 2008 y casi 500 un año antes. Lo comentan 20 Minutos y fernand0 y la lectura evidente es que un sistema de este tipo sirve a largo plazo para desplazar la delincuencia, no para neutralizarla. Se protege un conjunto de lugares en los que se quiere disuadir a los chorizos - las zonas de mayor concentración de turistas - y se transmite una falsa sensación de seguridad.
La videovigilancia como otros mecanismos al final desembocan en una falsa sensación de seguridad. Aceptando el hecho de que en los primeros meses ayudara a identificar a un gran número de delincuentes, lo cierto es que hoy por hoy su valor tiende a cero: los criminales locales saben donde tienen que esperar para actuar y nadie se mantiene todo el tiempo del radio de acción de las cámaras. Y en este caso soluciones similares a los radares móviles son, a priori, técnicamente inviables.
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