"Veo a los youtubers y quiero ser viejo, anacrónico, carca"
Hoy en Verne han compartido un hallazgo: Carlos Boyero horrorizado al ver lo que hacen algunos de los "youtubers" de mayor éxito en español.
"Los veo y quiero ser viejo, anacrónico, carca", "no les encuentro ninguna gracia"... escuchando a Boyero, al que he leído bastante en algunas épocas, y viendo el debate que está suscitando la pieza me han venido dos reflexiones recurrentes desde hace tiempo: una es que llegada a una edad madura la apertura a nuevas ideas, registros y estilos tiende a 0; la otra es que deberíamos desembarazarnos de esa pose obligada de tener que aplaudir lo nuevo porque es nuevo.
Uno ha tendido a desarrollar un "entendimiento del fenómeno youtuber" - que además es diverso - , de su éxito con varias generaciones a través de un formato en el que se conecta cara a cara casi más como en la tradición oral que como en la era audiovisual y en el que se alimenta nuestro lado más frívolo (que dicho sea de paso, todos tenemos más o menos). No creo que asegurar que la mayoría de estos vídeos no tienen ninguna gracia ni interés sea carca ni anacrónico, de hecho el criterio de Boyero me parece de lo más normal.
Lo que encuentro casi imposible en mi lado es conciliar algo que deseo, como es mantener un espíritu crítico ante "lo nuevo cultural - tecnológico" con que esas ideas no provengan de mi tendencia al conservadurismo y a juzgarlo todo desde mi educación vital e intelectual que se produjo, sobre todo, hace 15 años. Sospecho que se trata de un esfuerzo de vigilancia hercúleo, al que Boyero entiendo que ha renunciado y que, casi seguro, ninguno de los que hoy celebran y aplauden a los youtubers enarbolando la bandera de la modernidad llegará a plantearse jamás.