Una semana con un coche eléctrico: Nissan Leaf
Cuando me han preguntado por los coches eléctricos lo primero que he respondido es que, de entrada, son coches. Y es que el imaginario del personal al hablar de este vehículos con este tipo de tecnología es de lo más variopinto, desde los que se imaginan una tartana que va a pedales hasta los que vislumbran una nave flotante comandada por ordenador. Una vez que servidor ha pasado una semana probando un coche eléctrico - el Nissan Leaf - empiezo a tener una visión más clara de los pros y los contra que ya analizamos teóricamente sobre este tipo de coches.
La autonomía o por qué los coches eléctricos están lejos de ser para todos
Aquí no voy a mejorar la crónica de la miniprueba que hicieron en Motorpasión (parte 1 y 2), con la que comparto conclusiones. Nissan Leaf y el resto de eléctricos tienen sentido para un uso urbano y previsible, algo que puede suponer el 95% de los desplazamientos pero que los invalida a día de hoy para trayectorias largas o no definidas a priori. En mi experiencia, muy bien para ir al trabajo, aparcar y volver a la tarde a casa. Ídem para ir a un supermercado o centro comercial, bajar a la ciudad a un parque o museo o visitas familiares... todo lo que es un uso habitual del coche por mi parte. ¿Dónde empiezan los problemas? Cuando de repente sale un evento a 40 kilómetros y no estoy seguro de encontrarlo a la primera, entonces es cuando la autonomía teórica del Leaf (130 kilómetros con la carga completa) empieza a crear incertidumbre: conduces y de repente la autonomía empieza a caer por "pisarle mucho" o por ser un camino con muchas cuestas (aunque también recargue en bajadas). Definitivamente, los coches eléctricos de hoy en día no están hechos para este tipo de viajes.
Leaf y más innovación en el coche
Un mito que hay que desmontar sobre los coches eléctricos es de falta de potencia. Leaf la tiene y la respuesta del coche - en estos temas no soy un experto - es realmente buena cuando se la pides pisando. En todo lo demás, acabado, elementos de seguridad, diseño... no tiene nada que envidiar a algunos de los mejores de su gama (por poner un ejemplo, el Giuletta de Alfa Romeo que siempre me ha gustado mucho).
Donde creo que además destaca y bastante es en el componente tecnológico, con una apuesta muy interesante que es CarWings. Se trata del sistema que gobierna el navegador (clave en el funcionamiento puesto que se integra con el coche al avisarte de si por autonomía puedes llegar al destino, te indica puntos de recarga) y todo un sistema de apoyo de Nissan a su Leaf: un servicio global organizado por Nissan al que puedes llamar gratis para que te atiendan personalmente (el primer año grúas de la marca te recogen si te quedas tirado), control desde el ordenador o el móvil (para meterle una ruta por ejemplo, programar la carga del coche en las horas de electricidad más barata) e integra un sistema de histórico de la conducción dentro de una comunidad de conductores del Leaf con los que se compite en "conducción eficiente" (tengo que confesar que este aspecto me encanta, le da la vuelta a la óptica tradicional de los coches y competir por llegar antes y mete una dinámica de juegos para incentivar ahorro).
Tiene más cosas, por ejemplo la cámara trasera para aparcar y la variable de que es más seguro que un coche con motor de combustión (en caso de que se produzca un cortocircuito o una fuga - por ejemplo en un accidente - el suministro de electricidad se interrumpe de manera inmediata). Pero hay otro punto que nos va a interesar mucho, que es el de las recargas.
Recarga que te recarga
Hay una muy buena noticia con el Leaf y otros eléctricos, podemos hablar de consumos del orden de un euro por cada cien kilómetros. Eso viene con un "pero", que el coche nos puede salir por unos 30000 euros (depende de extras) ya que por si sola, la batería tiene un coste estimado de 10000. Hay otras opciones más económicas (los eléctricos de Renault sin ir más lejos), pero cada uno compite en una gama diferente y el ZE que más se le parece (el Renault Fluence ZE) compite con precio de entrada más bajo pero con la interesante táctica de alquilar las baterías.
El otro precio que se paga es a la hora de recargar ¿nos quedamos sin coche mucho tiempo? Para esto recomiendo leer "¿cuánto se tarda en cargar el Nissan Leaf?", con todas las cifras y la decepcionada crónica de Javier Moltó. El resumen podría ser que tenemos la recarga lenta (unas ocho horas, recomendable hacer la instalación en casa para poder hacerlo en el garaje por la noche, también hay puntos de recarga públicos, pero fuera de Madrid y Barcelona son escasos) y la recarga rápida ( en unos 30 minutos podemos disfrutar de aproximadamente el 80% de la autonomía total, pero sólo lo tienen de momento en algunos concesionarios Nissan). Como veis el panorama de momento no es demasiado entusiasmante en este aspecto.
La era del coche eléctrico ha empezado
Y va a haber un montón de innovación en los próximos años con diferentes estrategias. Servidor sigue contento con su híbrido (Prius), pero tengo que admitir que Nissan Leaf me ha encantado como coche y con su propuesta tecnológica (sobre todo Carwings). El balance con él es que no es un coche para viajar, claro, ni tampoco quizás podamos adoptarlo como primer vehículo de la familia, por la incertidumbre respecto a donde nos podrá llevar.
Su papel a día de hoy cuadra con el segundo vehículo con el que se hacen los trayectos del día a día, los más habituales y previsibles para un público que valore mucho la tecnología, el impacto medioambiental del vehículo y también piense en el ahorro por kilómetro respecto a un vehículo convencional. En todo caso, una buena piedra de toque para esta era del coche eléctrico que comienza estos años y que, servidor tiene pocas dudas al respecto, acabará por tener un protagonismo similar al de los coches de combustión en no demasiados años.
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