Las peores previsiones se han hecho realidad con la aprobación de la directiva de las patentes software por parte del Consejo de Competitividad de la UE. A pesar que desde el Parlamento se solicitó replantear la directiva de patentes software desde cero, la Comisión Europea descartó dicha posibilidad, lo que ha derivado en esta aprobación de la directiva de patentes software con el único voto en contra de España y la abstención de Austria, Italia y Bélgica. Queda ahora una segunda lectura en el Parlamento Europeo de esta perniciosa directiva, en la que (según la presidencia de Luxemburgo) se podrá "revisar el texto durante la segunda lectura con el Parlamento Europeo para tener en cuenta las preocupaciones de empresas y consumidores". Un desastre que supone la victoria de las multinacionales del software y sus arsenales de patentes y que puede lesionar gravemente el futuro del software libre. Al menos queda el consuelo de que al menos seguimos manteniendo la única oposición a este despropósito legal que señala a las claras que las decisiones en la UE se toman muy lejos de los ciudadanos y sus intereses. (Léase además Pero ¿qué clase de cachondeo es éste?).