Toyota Prius tres meses después
Hay dos tipos de comunidades en internet que son como el agua y el aceite, los fans del motor y los de la tecnología. Y eso que hay un terreno en el que confluyen - la integración en el vehículo de dispositivos de consumo y lo que nos viene en el futuro con internet en el coche - pero es muy difícil encontrar contextos en los que ambos tipos de usuario conversen y, sobre todo, se entiendan. Ya hace tres meses desde que cambié de coche y me hice con un Prius y, aunque servidor no está en condiciones de hacer una prueba a fondo de este Toyota desde el punto de vista del experto en motor, sí que quiero compartir una visión desde "lo tecnológico". Ahí van mis impresiones:
El momento del coche híbrido
El primer argumento cuando te presentan el Prius es que es un coche híbrido, tecnología alrededor de la cual hay un intenso debate acerca de sus ventajas reales: mayor complejidad (dos motores), mayor peso del vehículo y uso del motor eléctrico en contextos que requieren poca potencia. El Prius no es un coche "enchufable", el motor híbrido se carga durante la conducción y se utiliza cuando se le pide poca potencia al coche: prácticamente cuando se circula en llano a menos de 50 Km/h o al mantener la velocidad y en pequeñas aceleraciones. El resultado es que sí que hay un ahorro de consumo importante en ciudad (causa furor en el gremio del taxi), pero en carretera no es de los menos consume ya que no usa el motor eléctrico ahí, pero sí carga con su peso.
Tiene varios modos de funcionamiento, incluso es posible indicarle que sólo active el motor eléctrico, activando el de gasolina sólo cuando le pedimos más potencia. El más habitual es el ECO, que prima el uso del motor eléctrico frente al de gasolina pero utiliza ambos y, finalmente, está el "POWER" para dar rienda suelta a toda la potencia del Prius sin ningún tipo de optimización de consumo.
En resumidas cuentas, teniendo claro que los coches híbridos son una tecnología de transición hasta la llegada del coche eléctrico, al menos lo que me he encontrado en el Prius me ha gustado bastante: un vehículo muy silencioso, eficiente en ciudad y no tanto en carretera y la posibilidad de hacer bastantes trayectos urbanos con muy poco consumo. No veo razonables algunos movimientos tipo lanzar un 4x4 híbrido, que tienen más de acción de marketing que de propuesta de valor real, pero sí que creo que cubren un espacio de varios años que tenemos por delante hasta la consolidación del coche eléctrico para el perfil de comprador en el que me encuentro: urbanita, preocupado por el consumo y con un planteamiento de eficiencia energética.
Navegador, USB, techo solar y otros extras del Prius
Siempre he sido "anti navegadores integrados en el coche", en términos de rentabilidad me resultan muy caros, a lo que añaden no poder utilizarlos en distintos vehículos, dos desventajas respecto a los no integrados. Con el Prius no he hecho una excepción y lo he comprado sin navegador, aunque la integración con el sistema HUD hace que empiece a merecer la pena la experiencia que pueden ofrecer respecto al tipo Tom-tom o a usar el móvil (véanse propuestas de Nokia o Android). El navegador viene además con una cámara para ayuda al aparcamiento, que no se puede adquirir de forma separada por desgracia.
Donde sí he picado es en dos extras más asequibles: el techo solar y el puerto USB. La utilidad de este último es obvia, no grabo un CD de música desde hace años y prefiero con mucho pinchar el teléfono y tener mi música también en el coche (amén de que de esta forma puedo contabilizarla en mi perfil de Last.fm); el techo solar es otra cosa, uno de los distintivos tecnológicos del Prius: añade amplitud, luminosidad y ventilación al coche, amén de poder ser utilizado para climatizar el vehículo antes de subir.
HUD en el Prius
Hemos hablado por aquí de los sistemas HUD y el interfaz con el coche y la carretera. Se trata de añadir información en el parabrisas, superponiéndose a la visibilidad de la carretera. En el Prius está disponible la información de velocidad y la eficiencia y, si se tiene el navegador integrado, datos sobre la ruta planificada. La experiencia es bastante buena, no estorba para nada a la hora de conducir por su posición inferior, resultando más una ayuda a mantener la vista focalizada en lugar de retirarla para consultar cualquier dato. Una pena no tener la experiencia del navegador integrado (son 2000 euros de extra, excesivo para mi presupuesto), pero apunta hacia donde irá el futuro quizás también si lo combinamos con internet en el coche.
Nadie es perfecto...
En el apartado negativo, apuntar a que no hay tanta visibilidad trasera como en otros vehículos. Servidor viene de un Seat Ibiza y la diferencia se nota, además de que hay elementos que no están del todo conseguidos como retrovisores que no se pliegan salvo que lo hagas manualmente o la pérdida de maletero en un coche de su tamaño por la presencia del motor eléctrico.
Datos de todo y nueva forma de conducir
Como consecuencia de todo el planteamiento del Prius, lo que más cambia respecto a otro tipo de coches es - al menos en mi caso - la variable que tiende uno a maximizar al conducir. El tener acceso a todos los datos de consumo en tiempo real junto a la posibilidad de optimizar éste gracias a utilizar en lo posible el motor eléctrico, hace que uno tienda a fijarse más que nada en el valor de los litros de gasolina consumidos por cada 100 kilómetros.
Incluso en los foros se observa que los usuarios de este tipo de coches tienden a compartir y a competir en este tipo de registros. Directamente, le cambia a uno el modo de conducir en ciudad de una forma mucho más marcada que todos los artículos de conducción eficiente que haya podido leer, la retroalimentación inmediata en forma de datos actúa de una forma mucho más directa en este caso.
Como conclusión final, para mí el Prius es un coche con el que estoy más que contento, de sobresaliente si sabe uno lo que compra: tecnología avanzada, un coche híbrido que tiene un retorno para cierto tipo de conducción y que hace algunos compromisos para alcanzar estas metas.
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