Steve Jobs, iTunes y el DRM
Qué cara más dura tiene ese encantador de serpientes llamado Steve Jobs. Lo último que ha escrito (Thoughts on Music, gracias Jorge) no tiene desperdicio, viniendo de quien viene. De la parrafada, lo que más me ha "gustado" ha sido la defensa que hace de su política de no permitir a otros utilizar su DRM (Fairplay) y por tanto, vender música de las grandes discográficas para su Ipod; el motivo, según Jobs, es que si gente de otras compañías conoce esta tecnología se desvelarían sus secretos y sería posible copiar los contenidos con Fairplay. Claro que no hizo falta que otras compañías utilizasen su sistema para que apareciesen cosas como PlayFair y que ahí está Play for sure para mostrar un drm que se licencia a otras compañías.
Pero lo mejor es que Steve Jobs plantea la abolición del DRM como alternativa a un escenario en el que las canciones de iTunes sólo valen para el iPod, y las de Zune Marketplace para Zune. Reconoce que lo mejor para los consumidores es que compren las canciones donde quieran y las escuchen donde les de la gana, que el DRM es una imposición de las discográficas y que no funciona - y puede que nunca lo haga - frente a la piratería. En todo estoy completamente de acuerdo, impecable, pero viniendo del responsable de la compañía que más negocio ha hecho gracias al DRM resulta un tanto cínico.
Lo que ha hecho Apple con su fórmula "iTunes-iPod" son prácticas monopolísticas. Se ha beneficiado de no licenciar su DRM para tener la única tienda de música online que vendía canciones de las grandes discográficas que valen para iPod. Todo esto encajaba en la filosofía Apple como la cabeza al sombrero, no hay más que ver lo que plantean con iPhone, no permitir aplicaciones de terceros "para no tirar la red de telecomunicaciones". Jobs no hace sino anunciar la fe del converso cuando ve que la fórmula esta cerca de caducar: problemas en Europa, tiendas sin DRM en marcha y alternativas que funcionan, vamos el comienzo del fin del DRM.