Spotify sustituye el CD en el uso, pero no en los ingresos
La espantada de más de 200 discográficas pequeñas de Spotify no es sino la confirmación de que el modelo del servicio de suscripción de música no es la salvación que algunas de ellas soñaban: sí que es cierto que sustituye al CD a la hora de consumir música, pero desde luego no los ingresos y márgenes de cuando el negocio de la música se basaba en la venta de canciones enlatadas en un soporte físico.
Algunos han querido encasillar en el rol de la radio a Spotify y otros servicios similares como Rdio, esperando que fuesen una herramienta para descubrir música que luego se acaba comprando. Esto todavía se podía pensar de Last.fm en sus primeros tiempos, pero desde luego con música bajo demanda y con la creciente cultura del acceso frente a la cultura de la "posesión", no ha sucedido así.
¿Va a tener impacto este abandono de las 200 discográficas? Es difícil que así sea, de hecho tienen bastante que perder. Las grandes - que tienen un porcentaje de Spotify - sí que tienen capacidad de imponer condiciones como fue el fin del la versión gratuita, pero para las pequeñas salir de él supone perjudicar a sus representados por un lado y empujar a los usuarios a otros canales que no pagan nada por los derechos. La mayoría de la gente que es su público potencial ya está pagando por el acceso a la música una tarifa plana, pensar que adicionalmente pagarán por descargarla sin ninguna ventaja adicional sencillamente no va a pasar.