En el SIMO 2007
Cada año uno se promete que el próximo no volverá al SIMO, pero vuelve a caer. Este no ha sido una excepción, dos días esquivando propaganda, azafatas que amenazan con bolsas y comerciales que te quieren presentar productos conocidos por todos.
En SIMO 2007 han hecho un esfuerzo por añadir conocimiento y debate a la faceta puramente comercial de la feria. A buen seguro que es el camino para que no toque fondo: este año había menos empresas que en cualquier otra edición a la que haya asistido (incluso un pabellón cerrado que estaba previsto albergara a gran número de ellas) y la constante es la de la absoluta ausencia de novedades y productos interesantes. Si acaso de entre las compañías más pequeñas y con menos visibilidad se puede rescatar algo, pero poco más. Puesto en el papel de una empresa me plantearía muy seriemente el coste de estar en este tipo de ferias, el público al que llego y al que llegaría montando un blog o similar con un coste más reducido.