Señores políticos: la opinión pública ya no es lo que era
Cuando uno escuchaba la expresión "lo que preocupa a la opinión pública", estaba obligado a hacer una traducción directa a "lo que los medios publican y deciden que está en la agenda". En el día después del Manifiesto "En defensa de los derechos fundamentales en internet", creo que estamos en condiciones de certificar que esto cada vez se sostiene menos. No seré yo el que anuncie que los medios de comunicación clásicos han dejado de tener un peso e influencias enormes, pero sí que hace mucho que dejaron de tener la exclusiva en cuando a capacidad de generar opinión y, como ejemplifica el éxito de difusión del manifiesto, de poner temas en la agenda de la política nacional de forma ineludible. Hay muchos que sostienen que publicar, hablar, protestar por internet no sirve de nada, no transforma porque es algo que ni llega a la gente real ni los políticos le dan importancia. Creo que todo eso pudo ser cierto hace unos años, pero desde luego ya no lo es, ni mucho menos: la cobertura del manifiesto habría que medirla en términos de millones de lecturas dentro de España, no sólo en sitios para usuarios avanzados sino en otros mucho de perfil más amplio; sin ir más lejos, toda la red de WeblogsSL hemos publicado el manifiesto y eso supone supone cientos de miles de lectores al día en España de perfil muy diferenciado. Es más, la fuerza está en la viralidad tremenda del asunto: compartido, reproducido, enlazado por miles de ciudadanos que al fin y al cabo son dueños de su propia opinión, ha cosechado el efecto amplificador de sitios como Menéame y, además, también ha tenido una cobertura extraordinaria en medios online y offline. Es posible que a muchos no le convenzan los argumentos del manifiesto, que lo encuentren criticable o que se adhieran a algún punto, pero a otros no; perfecto, pero en cualquier caso les ha llegado una visión crítica con lo que está sucediendo y que, de otro modo, tendría una cobertura marginal en los medios de comunicación.
Si todavía tenemos duda de si las acciones online generan opinión, pensemos en el tema del canon y la SGAE, en el que la "opinión pública" no ha podido ser reconducida a pesar de los esfuerzos de propaganda - con algunos apoyos mediáticos inclusive - frente a la corriente que se engendró y se propagó en la red. Si con la cobertura del manifiesto hiciésemos un esfuerzo de analítica suficiente, no tengo dudas de que estaríamos hablando de cifras superiores al mejor resultado del prime-time televisivo en España de ayer. No creo que haya que ir a Madrid a cortar las calles con pancartas, no creo que necesitemos acciones offline relevantes para los medios tradicionales, creo que hay que saber que esta es una carrera a largo plazo y en la que partimos con desventaja: se ha engendrado un anteproyecto de ley a medida de los intereses de unos pocos y hasta que eso no cambie, no podemos bajar la guardia.
Por cierto, en el post de ayer sobre el manifiesto y en muchos comentarios en Twitter y blogs se menciona que todo esto es una exageración y que lo que un órgano administrativo pueda cerrar webs, no es tan peligroso al fin y al cabo. Gallir dio un ejemplo perfecto del escenario al que vamos de aprobarse esta ley.
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