El retorno por la música gratis en las redes sociales
Mucho está dando que hablar este artículo de Billy Bragg en el NYT. Su tesis es que parte de los 850 millones pagados por Bebo deberían ir a parar a los músicos que subieron su trabajo a la plataforma y la hicieron atractiva para los usuarios. El retorno por subir su música a las redes sociales debería venir por compartir los ingresos por publicidad - en ellas escuchar música es gratis para los usuarios - que consiguen los Bebo, MySpace y compañía.
"Las radios también promocionan nuestra música y pagan sus royaltis, en reconocimiento a la contribución de los músicos a su trabajo".
La discusión (Techmeme), ha dado para mucho.
Hay un primer punto evidente en el que Bragg desafina: los músicos subieron sus canciones a Bebo a sabiendas de que no se les iba a pagar por ello. No hablamos de redes P2P ni de Mp3blogs donde se pueden conseguir los discos sin que sus autores lo promuevan, en Bebo y MySpace está el material que cada grupo quiere, cuando quiere y durante el tiempo que quiere. Pretender a posteriori renegociar estas condiciones se plantea como una pose un tanto ventajistas.
Pero, obviando este punto, ¿está señalando Bragg una injusticia? ¿una actitud parasitaria de los nuevos promotores musicales respecto a los creadores? Creo que parte de la clave está en distinguir lo que es "media" de lo que son plataformas en internet. Las radios son "media", tienen una programación que eligen y pinchan a los músicos que ellos quieren; MySpace y Bebo son plataformas online en las que cualquier músico se puede registrar, subir la música que quiera y pelear por ser escuchado. No se pueden aplicar las reglas del primero al segundo, no es válida la analogía.
En todo caso, ¿les cabe esperar a los músicos un retorno por la música gratis en las redes sociales que vaya más allá de la promoción? (de hecho, con la publicidad en Youtube se asume que se compartirán ingresos) A priori está en su mano decidirlo, si mañana alguna plataforma comienza a ofrecer el compartir ingresos a cambio de exclusividad, podría llegar a tener un valor diferencial con el que hacerse un hueco, atrayendo talento. Sin embargo, son los propios músicos los que ante el descenso de ventas, apuestan mayoritariamente por subir canciones al MySpace de turno luchando por un poco de atención.
En todo caso, estoy con Bragg en que si quiere ingresos por que se puedan escuchar en las redes sociales, que los pelee, que se niegue a que su trabajo esté en Bebo, Myspace y similares. Las plataformas online tienen el reto de lograr que todos ganen, no se puede hacer un negocio sostenible en internet si los creadores no salen también ganando . El problema para las tesis de Bragg es que, indirectamente, ya lo están haciendo.