¿Pagar por usar Twitter o cobrar por el contenido que aportamos?
"Para Twitter eres mercancía, ellos venden acceso a ti, a tus datos y controlan lo que puedes hacer con ellos a través de su API. Debería haber una alternativa libre de publicidad que sea de pago y que podamos utilizar como Twitter"; "Los usuarios que aportan contenidos deberían ser recompensados y participar de los beneficios de la plataforma basada en ellos".
¿De cuál de estas dos frases nos sentimos más cercanos? Ambas están siendo defendidas a día de hoy por usuarios y analistas, pero también están marcadas como estrategias por compañías que conviven con Twitter. En el primer caso - la visión de que Twitter es un servicio que nos aporta un valor que deberíamos pagar - tenemos el proyecto de App.net del fundador de picplz. ¿Cómo justifica por cobrar por algo así? Ofreciendo control sobre los datos, más privacidad y ausencia de publicidad.
En el otro lado tenemos a Fancy, un servicio tipo Pinterest, que va a empezar a compartir ingresos con los usuarios cuyas aportaciones acaben en ventas. Con el crecimiento de Pinterest, un buen argumento para intentar captar a los usuarios con más seguidores y potencial de convertir.
En general los modelos basados en ofrecer el servicio gratis y explotar luego los datos y la atención congregadas - sí, ya conozco la famosa frase de que "si no estás pagando, tú eres el producto" - son los que tienen más sentido en la web social: sin barrera de entrada, refuerzan el efecto red y pueden aplicar economías de escala. Tengo muchas dudas que una fórmula de pago pueda funcionar cuando lo que gran parte de los usuarios buscan es maximizar la visibilidad. Pagar a los que contribuyen es una opción con riesgos también, puede llegar a desvirtuar la naturaleza original del servicio y transformar un espacio en el que se comparte por recomendar a uno en el que se comparte por la conversión...
En definitiva, hasta que se demuestre lo contrario, mi impresión es que en "cosas sociales en internet" el modelo que tiene ventaja es el de gratis con publicidad o en el que quienes paguen por tener presencia y servicios adicionales sean las empresas. En todo caso, si la presión publicitaria y la sensación de autoridad que controla y sojuzga sigue creciendo, no sería de extrañar que la tendencia a buscar modelos nuevos siga creciendo.