Otros medios de pago y el fraude de los dialers
La reciente "operación Sable" por la que la Guardia Civil ha detenido en Madrid a cinco personas acusadas de haber defraudado más de 35 millones de euros a unos 45.000 usuarios a través de programas de marcado o dialers, es sin duda una buena noticia para los que pensamos que esto de los dialers es una verdadera plaga perjudicial para el fomento del uso de Internet. Detrás de este problema se encuentra el del tratamiento de los números telefónicos de tarificación especial y la dificultad por parte de los usuarios principiantes para controlar y comprender qué esta pasando cuando un determinado software redirige su conexión a uno de estos números. De hecho el Ministerio de Industria se plantea ahora restringir el acceso a estos números de taraficación especial, en concreto a los "907", que son para datos y también para aquellos que son para voz pero cuestan más de un euro al minuto.
Cierto es que la mayoría de los negocios por Internet precisan de medios de pago alternativos a la tarjeta, tema tabú para el común internautas y más si se trata de pagar una pequeña cantidad a una web desconocida. Ahora bien, el uso de dialers es cuando menos sospechoso en tanto en cuanto no existe un intermediario - como cuando llamamos por teléfono con la operadora - que nos pueda informar con claridad las tarifas a las que estaremos sometidos. Este hecho queda como responsabilidad del vendedor, desconocido en su identidad real para el internauta, constituyendo una plataforma ideal para el fraude.
?Qué alternativas hay? Pues en este tipo de micropagos se perfilan en la web dos propuestas con mayor intensidad sobre el resto: el pago vía SMS y sistemas como PayPal. El pago con SMS tiene cierto parecido a los dialers y los números telefónicos de tarificación especial. El usuario utiliza un medio al que está habituado, pero con un coste mucho mayor, pudiéndose dar casos de fraude si esto no se publicita de forma correcta. La diferencia estriba a mi entender en que existe una cultura de pago alrededor del teléfono móvil y de que hay un conocimiento generalizado gracias a la televisión de este tipo de pago.
PayPal sigue una filosofía diferente. Actúa como ofuscador de la tarjeta bancaria: en lugar de facilitársela a cada tienda en Internet se le facilita a un sólo intermediario en el que el usuario deposita su confianza. Con gran arraigo en la internet anglosajona, no acaba de convencer al usuario hispanohablante. Apenas si aparece en algunos sitios como mecanismo para aceptar donaciones y en pocas tiendas de comercio electrónico en castellano lo aceptan como medio de pago.
Sin duda un tema que dará que hablar mientras los fraudes en Internet por los dialers se suceden. De todas formas es un mecanismo que a medio plazo se quedará obsoleto en tantoen cuanto las conexiones de banda ancha vayan sustituyendo a las telefónicas. Mientras tanto, la reforma de industria parece la única solución aunque dificulte el pago por Internet también a aquellos comercios que no cometían fraude.