Opera es el contendiente más atípico de esta segunda guerra de los navegadores. Junto a Firefox es el único no controlado por una gran compañía (no cuento a Konqueror ni Flock en esta contienda), difiriendo en su estrategia: software propietario y estar presente en todas las plataformas posibles. De hecho, este último aspecto es el gran valor de Opera, en los ordenadores personales (Windows, Linux y Mac, pero también en Solaris y FreeBSD), en los móviles (Mini y Mobile), en las
Opera en la segunda guerra de los navegadores
Opera en la segunda guerra de los navegadores
Opera en la segunda guerra de los navegadores
Opera es el contendiente más atípico de esta segunda guerra de los navegadores. Junto a Firefox es el único no controlado por una gran compañía (no cuento a Konqueror ni Flock en esta contienda), difiriendo en su estrategia: software propietario y estar presente en todas las plataformas posibles. De hecho, este último aspecto es el gran valor de Opera, en los ordenadores personales (Windows, Linux y Mac, pero también en Solaris y FreeBSD), en los móviles (Mini y Mobile), en las