Moto G sigue apretando en calidad/precio
Habemus análisis del nuevo Moto G, la edición 2014:
Motorola se propuso un objetivo muy ambicioso: ser la referencia en la gama de entrada. Una categoría que sigue siendo un mar infinito de terminales donde ninguno había conseguido ser una referencia y su éxito estaba más ligado a las promociones o las ofertas de las teleoperadoras. Sin embargo, poco a poco van saliendo modelos que despuntan y el año pasado, aunque llegó tarde, el Motorola Moto G fue la referencia.
Este año con esta renovación algo conservadora pero acertada, vuelve a aspirar a ser uno de los grandes nombres en el trono de los móviles modestos. Pocos cambios pero con el objetivo de solventar sus principales carencias. En lo personal, hubiera preferido versión 4G en vez de dos ranuras 3G. Un móvil redondo donde lo único reprochable es la batería y una construcción que, esperemos, se revise en las próximas remesas.
Como producto corrige su gran limitación, que era la memoria que ahora se puede aumentar vía microSD. Por lo demás, más allá de algunos sacrificios (resolución corta para esas cinco pulgadas, sin 4G, escaso de memoria) y de que es muy "más de lo mismo", el Moto G 2014 se enroca apretando en calidad/precio en la gama baja. La de entrada este año se acerca más a los 100 euros mientras que Moto G 2014 se va a los 180 (Amazon).
Lo que más me sorprende es que con Lenovo ya al frente sigan por la línea de calidad/precio de Moto G que, uno sospechaba, Google había promocionado para responder a la entrada de Nokia y Lumia en este segmento. Cierto que un año después el Moto G 2014 no es tan competitivo, pero también que los competidores no parecen capaces de desplazarlo de su posición como mejor móvil por debajo de los 200 euros.