Marrones y teletrabajo
Después de un día entero desconectado - apenas he podido despachar algunos correos con el teléfono - puedo concluir que en ciertos aspectos practicar el teletrabajo no es tan diferente de un empleo convencional:
Si faltas un día - o te lo tomas - luego tienes encima de la mesa (en la bandeja de correo en mi caso) trabajo para dos días, el que faltaste y el actual.
Antes de las vacaciones - o de varios días de viaje fuera - tienes que asegurarte de que alguien puede quedarse con tus tareas. No backup, no holidays.
Y, definitivamente, también hay marrones en el teletrabajo. Esos días en que todo se tuerce, nada funciona y acabas a las una de la mañana pensando en que al día siguiente hay que continuar.
Y a eso hay que sumar el montón de temas interesantes que uno se queda con ganas de comentar en el blog. Pero como en los trabajos "de siempre", los marrones también se terminan y espero - seguramente a partir del Sábado - seguir con el ritmo del blog como siempre.