Lost y la industria del ocio en la era de internet
No me ha quedado muy claro si ha sido un gazapo, un malentendido o si hay algo de cierto en la presunta estrategia de estreno sincronizado en todo el mundo de la sexta temporada de Lost que se ha comentado hoy en "El Hormiguero". Como no soporto dicho programa, me fío de lo que recoge Manuls, básicamente que el estreno no será escalonado como sucede con las temporadas anteriores y con el resto de series producidas en Estados Unidos.
Sea cierto o no, lo relevante del fenómeno Lost es que esta decisión ya está tomada: "Perdidos" es la primera gran serie de la era internet y no lo digo sólo por el tema de la descarga el día de su emisión en Estados Unidos - que también - sino por todo el ecosistema de foros, seguidores, traductores, estudiosos y críticos que ha visto crecer alrededor. Todas las formas de ingresos - merchandising, coleccionables, publicidad - deberían ir a ese ritmo si la industria del ocio quiere hacer todo el negocio que puede en la era internet.
Lost se distribuye y consume al ritmo de la red, no es un producto televisivo que pueda ser sometido al estreno diferido ni a las distintas ventanas de explotación. El estreno simultáneo en todo el mundo es el camino que en buena lógica deberán recorrer los productos diseñados para una audiencia global conectada, por mucho que los mercados publicitarios sean locales y se vaya a convivir con un mercado de televisiones tradicionales regulado con licencias. Ese debería ser el camino para la industria del ocio y el entretenimiento en la era de internet y no andar persiguiendo fantasmas o estableciendo restricciones IP.