Los planes de Cultura contra la piratería
Navegando entre el desconcierto y el temor releo las palabras de la ministra de Cultura del Gobierno español, Carmen Calvo, en su reunión con entidades de gestión, productores discográficos y cinematográficos y de programas de ordenador para presentarles el borrador del plan del Gobierno contra la piratería. Lo cuentan en el Pais (de pago). Por un lado la ministra aviva mis esperanzas de un debate desde cero al hablar de ...acciones preventivas que pretenden determinar el alcance de la piratería; qué intereses esconde esta actividad; su relación con otras formas de delincuencia; el perfil de los consumidores de estos productos ilegales, y las razones que le llevan a ello, así como el grado de conocimiento de aceptación por parte de la sociedad de las normas de propiedad intelectual...". Bueno, hablar de prevención y de analizar no está mal, sólo que pierde mucho cuando la ministra descubre que esta la comisión que llevará acabo el análisis estará constituida por representantes de todas las administraciones públicas, organizaciones privadas empeñadas en la defensa de los derechos de propiedad intelectual, entidades de gestión de derechos y asociaciones de consumidores. Mucho me temo que quien va a analizar la problemática de la propiedad intelectual es en gran parte la industria que quiere criminalizar el intercambio de contenidos y, aunque no quiero adelantarme hasta que se conozca la composición definitiva, me parece a mí que los altos precios de la música y el cine y la ausencia de competencia no van a estar entre las conclusiones de esta comisión. A la comisión la ministra plantea unir campañas "destinadas a concienciar al conjunto de la población del grave quebranto que supone la conculcación de los derechos de la propiedad intelectual, quebranto no sólo evaluable en términos de empobrecimiento cultural, sino quebranto económico en diferentes sectores de la economía española" tipo Ahora la ley actúa. Este mensaje es especialmente confuso. En mi opinión, una mayor difusión de "productos culturales" no lleva al empobrecimiento cultural - tampoco al enriquecimiento - y se está confundiendo la compensación a los creadores con la salvación de unos intermediarios que estarán en la comisión analizando todo esto.
Además hay que unir los puntos subsiguientes en el plan de Cultura que son el análisis de las herramientas e instrumentos normativos actuales desde la perspectiva del derecho (normas estatales, autonómicas, locales y europeas, así como adecuación a la normativa española a las normas comunitarias), con las que cuentan las fuerzas de seguridad, así como jueces, magistrados y fiscales" y "establecer mecanismos de formación continua para los agentes públicos encargados de velar por el respeto de los derechos de la propiedad intelectual, es decir, acentuar la formación de policías y miembros de la judicatura en este campo. Esta medida también contiene acciones dirigidas a impulsar la investigación en este ámbito, especialmente en las universidades".
Al menos de momento la acción policial parece que se reserva para las actividades con ánimo de lucro, venta callejera y demás, aunque según la ministra Calvo el análisis de las leyes sobre propiedad intelectual "...determinará, en su caso, las modificaciones que habrán de llevarse en el ordenamiento jurídico español para dotarle de una mayor eficacia, así como recomendaciones a las administraciones locales, especialmente en lo que se refiere a la acción policial y la persecución de las actividades callejeras".
Ya hablamos del borrador de la reforma de la ley de propiedad intelectual, aunque en esta ocasión parece que la ministra se ha guardado la solución policial para la venta de productos copiados y no para la descarga, aunque quizás la ministra haya utilizado el recurso de la elipsis y haya obviado mencionar que esta reforma podría traer las demandas del a RIAA a este lado del Atlántico.
No quiero que se entienda que defiendo la piratería, si por tal entendemos el enriquecerse con la venta de productos copiados y en contra de la legislación actual, sólo pido señora Ministra, que no se acabe llamando pirata a varios millones de ciudadanos de este país. No ya porque la mayoría tenga que tener razón, sino porque la solución no está en criminalizar, sino en revisar un modelo de negocio necesitado de una profunda renovación.
PD: Como siempre es interesante enriquecerse con diversos puntos de vista, enlazo un debate en Trafalgfar Sur merecedor de más de un lectura.