Linux si quiere ser estándar
Un buen número de empresas desarrolladoras de software y compañías con distribución Linux han decidido adoptar la Linux Standard Base 2.0, del Free Standard Group, organización que se dedica a promover los estándares en el software libre. Este Linux Standard Base 2.0 ha recibido el apoyo entre otros de IBM, Mandrakesoft, Novell, Red Hat, Suse, AMD e Intel. Con esta especificación se trata de conseguir que Linux, de cara a desarrollar software sobre él, sea un sistema abierto puro, es decir, que cuente con una especificación conocida controlada por una organización independiente, de manera que cualquiera la pueda desarrollar software sobre él . Con esta estandarización se consiguie por tanto la portabilidad de aplicaciones entre distintas distribuciones, ahuyentando el fantasma de la fragmentación que sufrió en sus años el sistema Unix. Para una empresa que el sistema operativo sea un sistema abierto es de una importancia crucial. De esta manera se puede cambiar de proveedor de Linux sin tener que preocuparse de los costes de la migración de las aplicaciones que corran sobre el mismo, protegiendo además el coste de la inversión en sistemas y formación del personal. Constituye de esta manera un argumento más en favor de Linux respecto a Windows, sistema cerrado por definición al encontrarse en manos exclusivas de Microsoft.
Linux Standard Base 2.0, como podemos leer en su anuncio, estandariza los interfaces de las librerías para los programadores, lo cual no hay que confundirlo con homogeneizar aspectos de las distintas distribuciones como el sistema de empaquetado o software y licencias que traigan.