La sensación de compañía que produce una voz sintética generada con inteligencia artificial
También: Internet en clase turista, internet en clase business; Di no a la nube y ahorra dinero a la búsqueda de la aventura; Internet se la juega en un juicio más
Amigas, amigos, vamos con las tendencias de la semana comentadas ¡cada vez menos brevemente!. Aprovecho para avisaros que es posible que la semana que viene Error500 pause su publicación por circunstancias - positivas - personales.
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Internet en clase turista, internet en clase business
Si partimos del lugar común en que se ha convertido lo de “si no pagas, eres el producto” y vemos la tendencia comenzada por Twitter con lo de cobrar por el “check azul” y seguida ahora por Meta, casi toca desmentirla. Ahora, según este principio, puedes ser el producto y pagar por serlo.
Hay varias formas de analizar el movimiento de Zuckerberg: uno es partir de que “verificar la identidad” de usuarios es una tarea con coste y que es difícilmente automatizable, con mucha atención “al cliente” que denuncia usurpaciones. Otra es que Meta viene de sufrir un golpe a los ingresos por las políticas de Apple y va a empezar a buscar crecimiento con una funcionalidad de pago atractiva para un perfil de usuario (el influencer que no quiere que otros se pasen por él), que muchas veces hace negocio sin compartir esos ingresos con Instagram (acciones con marcas en el contenido)
Pero creo que el punto más importante es que la experiencia del internet actual, que tiene mucho que ver con un puñado de plataformas centralizadas, empieza a parecerse a los vuelos comerciales. Hay una gran masa de usuario que viajará en clase turista que pagará con sus datos y otra que irá en business a cambio de pagar una mensualidad. De hecho los esfuerzos “pro privacidad” que hacen más difíciles el gran modelo de negocio de la web 2.0 - “gratis a cambio de tus datos” - constituyen un incentivo para que las grandes tecnológicas se muevan en esta dirección.
¿Qué empezará a ser de pago? Meta y Twitter apuntan en la dirección de que cobrarán por aquello que les constituye un coste. Como con todo movimiento de este tipo, asumen riesgos. Hay una diferencia fundamental con los viajes en avión: para los viajeros de internet en clase business es importante el valor creado por los de clase turista. Necesitan sus ojos, su atención, sus contenido, comentarios y “engagement”. No puedes tensar la cuerda empeorando demasiado la experiencia del que no paga, no puedes desequilibrar demasiado de forma que a los ojos de los usuarios la plataforma imponga demasiadas ventajas al usuario “premium”
No deja de ser un episodio más, casi diría que una consecuencia esperable, del modelo de internet que ha imperado en los últimos 15 años. Uno centralizado en plataformas que cooptaron el salto al móvil, que o pertenecían o se convirtieron en las grandes compañías tecnológicas. “Si no quieres puedes no pagar” es verdad, hasta cierto punto: hemos construido un internet en el que la visibilidad y el alcance se juegan en cuatro o cinco algoritmos dominados por grandes empresas. Lo único que puede erosionar el modelo es construir más en red, generar valor fuera de esas grandes plataformas e ir, aunque sólo sea un poco, a la contra.
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El DJ de Spotify basado en inteligencia artificial
Spotify ha lanzado una función de “DJ” basada en inteligencia artificial. La idea es que con una voz sintética te explicará sus recomendaciones musicales, con un comentario cada cuatro o cinco canciones. De momento sólo para las aplicaciones móviles de los usuarios en Estados Unidos y Canadá. Usan una base de contenidos de editores humanos, a partir de la cual con tecnología de OpenAI - seguramente GPT-3.5 - crean los textos que luego con la sintetización de voz de su filial Sonatic convierten en el DJ.
En el siguiente vídeo se le puede escuchar:
Como con la subida al tren de los podcast, mi primera impresión es que para Spotify esto tiene un sentido económico. Los segundos de voz del IA-DJ es tiempo que no estás reproduciendo música, lo que multiplicado por millones de usuarios supone un ahorro no desdeñable para una empresa que no acaba de conseguir un modelo de rentabilidad.
Esto, por supuesto, no quiere decir que tenga sentido para los usuarios. A bote pronto una voz que interrumpe la música es un paso hacia la radio, en la que hay locutores que añaden valor y atraen a oyentes (aquí creo que siempre por su personalidad) y los hay que todo lo contrario. No parece lo que estaban pidiendo a gritos los suscriptores de música en streaming.
En mi opinión es una buena prueba de fuego para la inteligencia artificial generativa: si pueden construir una “aparente personalidad” que nos haga sentir acompañados mientras escuchamos música. Eso requiere que la voz tenga cierta atrevimiento en forma y contenido (y ahí hay riesgos de que se vaya un poco de madre como Bing Chat). La prueba a largo plazo es si con inteligencia artificial se puede conseguir algo con lo que muchos se sienten más confortables (Creo que a futuro deberían conseguir una voz diferente para cada usuario), con cierto toque humano, que consiga esa sensación de compañía. Lo que resultaría una revelación es que eso se consiguiera mejor artificialmente que con aquella experiencia de mi juventud, en la que tenías que aguantar ¡a Fernandisco! para escuchar canciones.
Di no a la nube y ahorra dinero a la búsqueda de la aventura
“Cinco valores guían nuestra salida de la nube: 1. Valoramos la independencia por encima de todo 2. Servimos a Internet 3. Gastamos nuestro dinero sabiamente 4. Marcamos el camino 5. Buscamos la aventura” A Dhh le gusta adornarse y no iba a decir que en 37 Signals dejan la nube y se vuelven a sus servidores sólo por dinero, claro.
¿Hay una tendencia de dar pasos atrás en la nube? “Snap está recortando el gasto en Google y Amazon para servicios en la nube, un gasto enorme para las empresas de tecnología” BI explica que es un recorte y no un abandono de la infraestructura de otros.
Una de las decisiones más importantes para los CTOs en este giro económico digital con menos dinero encima de la mesa es decidir el modelo respecto a la nube. Por supuesto no es tan sencillo como “mantenemos nuestros servidores y ahorramos dinero” y hay otras consideraciones: ganas independencia pero a la vez es difícil de conseguir el nivel de servicio de Amazon, Microsoft o Google; de los últimos años hay que entender si hay más know-how en el mercado de construir sobre AWS o de tenerlo todo en tus máquinas (y eso incide en costes y en estrategia a futuro).
Breves
El Tribunal Supremo está decidiendo el futuro de internet. En The Verge el seguimiento del caso “González Vs Google” del que hablamos hace unas semanas: en cuestionamiento el artículo 230 de la Communications Decency Act que protege a las plotaformas con contenidos de usuarios.
La semana pasada hablamos de lo vivo que está el mercado de realidad virtual. En la última edición - muy recomendable - de El Hype se matiza esto con un vistazo a despidos (Pico) y lanzamientos (Playstation)
Iván Ramírez en Xataka Móvil, “WhatsApp prepara su versión de los canales de Telegram”. Explica en el artículo que “Un detalle importante es que los números de teléfono serán privados, tanto del autor de la newsletter (que podrá usar un nombre de usuario, en lugar de un número de teléfono) como para quienes se suscriben. Sus números de teléfono no serán visibles ni para otros suscriptores ni para el autor”. Es decir, los usuarios siempre serán de Meta, nunca del creador del canal.
Una mujer de Xinjiang se convirtió en la primera persona de China a la que se extirpa la vesícula biliar mediante cirugía a distancia. La intervención la llevó a cabo un médico a más de 3.000 kilómetros de distancia utilizando "un robot laparoscópico de cuatro brazos. Cuesta encontrar casos de éxito alrededor del 5G. Bueno, aquí hay uno, vía Scmp.
“Los bancos en los EE. UU. y Europa promocionan la identificación por voz como una forma segura de iniciar sesión en su cuenta. Demostré que es posible engañar a esos sistemas con voces generadas por IA gratuitas o baratas.” Joseph Cox en Vice.

Dos historias que reflejan el cambio cultural de las grandes empresas tecnológicas en Estados Unidos. Una es la de “tenéis que volver a las oficinas”, que los últimos días ha ejemplificado Amazon y no ha sido muy bien recibida por gran parte de los empleados. Luego tenemos a Uber o Meta dando calificaciones de desempeño a sus empleados mucho más negativas. Ambas allanan el camino a más salida de trabajadores, bien porque se van al no aceptar la vuelta a la oficina, bien porque harán más despidos justificados en las peores calificaciones.
José Mendiola en El País, “Ya no hace falta hablar con los recepcionistas: algunos alojamientos están automatizando la relación con el cliente a través de aplicaciones en el móvil”. Lo humano será un lujo.
“Un mensaje verde -cualquiera que tenga un Android- echa por tierra todo el chat, porque ahora todo tiene que ser SMS, explica Annelise Hillman, [jefa] de 24 años de un negocio de peluquería masculina. “La presión social para conseguir un iPhone es bastante insana” En FT sobre algo con lo que habría que acabar, como se utiliza la presión social en los adolescentes para empujarlos a móviles de más de 1000 euros de coste.