La realidad llega a Instagram
La realidad llega a Instagram o, más bien, Facebook la ha traído en dos oleadas.
La primera fue la introducción del vídeo, un movimiento que parecía oportuno por la irrupción de Vine, pero que suponía también final de la fantasía: menos expresión de la creatividad personal, más reflejar la realidad. Creo que para Instagram era un cambio de rumbo que no sé hasta qué punto ha tenido sentido, al menos en mi caso que cuando me conecto a este servicio nunca encuentro vídeos de mis contactos.
La segunda oleada comienza ahora, con el anuncio de la llegada de la publicidad:
En el próximo par de meses comenzarás a ver algún anuncio de vez en cuando en su feed en Instagram si estás en los Estados Unidos. Ver las fotos y vídeos de marcas que no sigues será algo nuevo, así que iremos despacio. Nos centraremos en la presentación de un pequeño número de hermosas fotografías de alta calidad y vídeos desde un puñado de marcas que ya son miembros de la comunidad Instagram.
El caso es que Facebook no tiene un histórico muy apreciable en lo que a calidad de anuncios y anunciantes, si quieren escala va a ser difícil que sean, a la vez, muy exquisitos. Al menos no han mareado mucho la perdiz y, como al final hicieron en Facebook, la publicidad será equiparada a la experiencia del servicio y no algo separado.
Este es otro aspecto de la realidad que los usuarios de servicios gratuitos acaban teniendo que asumir.
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