La marca Apple y la crisis de la antena del iPhone 4
Ayer Apple puso sobre la mesa su respuesta "definitiva" a su inesperado error, con los problemas de la antena del iPhone 4, en una rueda de prensa de Jobs que convenció a los fieles: una mezcla de reconocimiento, reparto de problemas con otros fabricantes y huida hacia adelante al plantear como solución el regalo de "bumpers". Tras el informe de Consumer Reports, Apple se ha viso obligado a dar un paso más en su evolución ante el problema: negación, apuntar a una naturaleza software y ahora, finalmente, la solución pasar por añadir una de esas carcasas y responder a la defensiva "que todos los fabricantes lo tienen"... aunque ninguno de ellos parece necesitar uno de estos bumpers y empiezan a contestar al respecto (Nokia, RIM).
Probablemente el público fiel a Apple acepte esta "solución final" (no hay más que leer los comentarios cada vez que se analiza el problema de la antena), pero esta errática estrategia con el producto y de comunicación por parte de Apple es muy difícil de comprar desde fuera: si no hay problema con el iPhone 4, no debería hacer falta solución, si ahora ofrecen la carcasa es porque hay un problema, si todos lo tuvieran, también tendrían que dar estos "bumpers"... todo sazonado con mensajes muy poco amigables por parte de Apple hacia las críticas.
El debate de fondo está el mayor capital de Apple, su imagen de marca, que de "diseño y experiencia de usuario superior" en la que se acepta su control y planteamiento cerrado, empieza a adquirir connotaciones de prepotencia e incapacidad de reconocer y corregir un error. La solución a si la estrategia les funcionará, a partir del 30 de Julio en España, fecha de salida del nuevo iPhone 4