Kindle como tecnología de control

Tema estrella de discusión estos últimos días, la decisión de Amazon de borrar libros de los lectores Kindle de sus clientes ha puesto de manifiesto los dos grandes problemas del modelo de libro electrónico que plantean: el control sobre lo que puede hacer el usuario en contraposición a lo que supone comprar un libro "de verdad" y la ausencia de privacidad de qué libros tengo y estoy leyendo. Aunque se han explicado - libros vendidos por un tercero que tiene la tienda sobre su plataforma y no contaba con los derechos - y han jurado que no lo volverán a hacer bajo las mismas circunstancias (Information Week), lo que ha quedado claro es que técnicamente pueden hacerlo, lo que convierte a Kindle en una tecnología de control. Cuando apareció Kindle se puso de manifiesto que la mayor aportación de su cerrado modelo era la posibilidad de que, desde cualquier lugar puedas adquirir el libro que quieras y acceder a las revistas, periódicos y blogs a los que estás suscrito. Todo esto, junto a una buena experiencia de usuario, a cambio de imponer un modelo basado que apuesta por un futuro cerrado de la lectura, matizado por el soporte de PDF en Kindle DX.
Amazon parece todavía no haber resuelto si Kindle es una tecnología que permite superar limitaciones preexistentes - lo que en puridad es un avance tecnológico - o si, por el contrario, es una solución técnica para el control, para limitar lo que tecnológicamente es posible. Entre ambas posturas se encuentran sus dudas sobre si el negocio estará en la venta de libros digitales o en la de dispositivos que sirvan para la lectura de contenidos en general. Como ellos están todos los que quieren hacer negocio con la venta de contenidos digitales, conscientes de que la copia de ellos es gratuita e inmediata, pero también de que, por ello mismo, necesitan ofrecer una mejor experiencia que la de descarga vía P2P.
También lo han comentado Gadgetoblog, ING y eDans.