Julien Oliver y la ciudad sin publicidad
En el debate sobre el espacio que pueden y deben tener las marcas en lo público (patricinios, nombres de localizaciones, publicidad visual y sonora) uno viene siendo cada vez menos abierto a propuestas colonizadoras, en las que las empresas pierden oportunidades de ser percibidas como quienes vienen a ayudar y a aportar valor a la sociedad y escogen el camino de "comprar" la visibilidad sin que haya un trasfondo o justificación más allá de que "con su dinero los servicios acaban resultando más baratos a los ciudadanos". Este fue el caso de Samsung y estación de metro de Sol en Madrid, cuya aproximación no me gustó nada por lo que hemos venido explicando.
Es por eso que el artículo en Xataka sobre The Artvertiser y el trabajo de Julien Oliver sobre realidad aumentada para sustituir la publicidad de las marcas con obras de arte gracias a una solución tecnológica. Como todo lo relacionado con la realidad aumentada, mi impresión es que la experiencia aún no está lograda, que todo es demasiado obtuso y que hay más valor en soluciones menos espectaculares tecnológicamente... pero me interesa mucho el proyecto y la visión de este creador.