Joost se rinde en el mercado de los contenidos
Nuevo cambio de rumbo en Joost y esta vez de calado: se rinden como distribuidores de contenidos premium y deciden concentrar sus energías en ser proveedores tecnológicos de terceros, al estilo de Brightcove. Seguirán ofreciendo su televisión por internet, pero a partir de ahora será un elmento secundario en su estrategia, si acaso un ejemplo de lo que podrá hacer por otras empresas.
La rendición de Joost en el mercado de los contenidos invita a muchas reflexiones. Viendo como se ha desarrollado su estrategia, tengo que confesar que era de los que apostaba por una mejor suerte para esta aventura, quizás podríamos comentar tres razones por las que esto no ha sido así:
La apuesta por una aplicación instalable, lo que suponía una barrera de entrada y, sobre todo, añadía la dificultad a la hora de compartir contenidos. Con el tiempo, acabaron pasando al navegador.
Lo anterior no lo explica todo, por supuesto, ahí tenemos propuestas análogas en el mundo de la música que funcionan con una aplicación de escritorio. ¿Por qué Joost no? El contenido es el rey y los grandes actores americanos no han querido casarse con Joost, sino ir por su cuenta con Hulu. Si hay buenos contenidos, la gente se instala lo que haga falta, para medianías, ya existe Youtube como gramola universal.
El mercado publicitario está dando para lo que está dando, probablemente Joost habría aguantado más si no estuviésemos en medio de una crisis.
En definitiva, Joost puede haber tomado decisiones no del todo acertadas, pero sobre todo estamos ante un problema de que, para hacer negocio en el mercado de los contenidos, debes partir de una alianza con los productores y creadores de los mismos. Joost no lo ha logrado - o al menos no con los número uno - y le ha tocado abandonar y reposicionarse. Como pasa muchas veces, llegar el primero no te garantiza nada, lo importante no es ser el primero en tener la idea, sino ser el que la lidera en el mercado.