Apple e iPhone, el paradigma de la plataforma cerrada

iPhone es el nuevo paradigma de plataforma cerrada, a día de hoy están más que despejadas las dudas de si Apple sería un "tirano bueno", que controla lo que pueden hacer sus clientes "por su bien" o, como era de esperar, el beneficio del usuario iba a quedar detrás de otros intereses. Cuando se presentó la segunda versión de iPhone apuntamos a que el futuro diseñado por ese dispositivo es cerrado, noticias de las últimas semanas ejemplifican las consecuencias de ello:
Kill Switch o cómo Apple puede desinstalar aplicaciones del iPhone sin consulta previa al usuario. Se justifica como una ventaja, puesto que "le protegen", pero no se permite desactivarlo en caso de que no se desee ser auxiliado. Los detalles en Xataka Móvil.
Primer ejemplo de control ejercido en la App Store: NetShare. ¿qué es lo que permitía? Básicamente utilizar la conexión del iPhone para navegar con el ordenador usando BlueTooth, aprovechando el potencial del dispositivo. Como esto se salta los acuerdos de Apple con las operadoras que comercializan su teléfono, fue sacada de la tienda de aplicaciones, único punto de distribución de las mismas.
El último caso, cliente de podcast eliminado de la AppStore porque "duplica funcionalidades de iTunes" (Speris.org). El mensaje está claro, Apple no va a permitir competencia a sus aplicaciones en iPhone.
iPhone es el paradigma de los sistemas cerrados, con un control absoluto por parte del fabricante de qué se puede desarrollar, quién puede distribuir aplicaciones y qué puede hacer el usuario con el terminal. Esto, además de que establece limitaciones artificiales, crea una cierta inseguridad en el desarrollador, ¿Y si en el futuro Apple crea una aplicación parecida a la mía y me echan argumentando que estoy duplicando funcionalidades?.
Mariano apunta a que "Apple se convirtió en Microsoft", se queda corto. Microsoft hizo trampas al abusar de dominar el "terreno de juego", integrando productos como el navegador y la mensajería instantánea en Windows. Apple ha ido mucho más allá, decide quien puede jugar y quien no en su plataforma, el equivalente a lo que han hecho con iPhone sería que uno no pudiese instalar Firefox en Windows.
Soy pesimista, la filosofía de plataforma abierta sobre la que cualquier puede construir su software y el usuario del dispositivo decide qué instala y qué uso hace de él se enfrenta al nuevo paradigma de la experiencia de usuario, que va ganando enteros. Apple e iPhone dibujan el camino hacia la "consolización" de la informática personal, maximización del beneficio del fabricante, minimización de la libertad del usuario. Alguno apuntará a que esto provocará que los desarrolladores se centren en las plataformas abiertas (Symbian, Android), pero no estoy tan seguro de que esa ecuación sea correcta. Al menos si que sería interesante que ese perfil de analista tecnológico que tiene en un altar a Apple y en otro al software libre, los estándares abiertos y la libertad del usuario comenzara a definirse...
Dos comentarios interesantes al respecto, John Gruber y Dave Winner.