Historia clínica online, HealthVault y Keyose
La información médica no puede afrontarse como el resto. El algoritmo de Google no sirve para encontrar a una autoridad médica, ninguno - espero - emplearíamos el remedio que más votos tiene en Digg para una enfermedad, los datos médicos / historia clínica están especialmente protegidos por la ley (es el caso de la LOPD). Es por ello que a la hora de plantear el afrontar estas temáticas en la red haya que hacerlo mediante herramientas específicas, sitios verticales en los que las fuentes tengan una autoridad avalada por la comunidad científica y en los que la protección de datos se anteponga a cualquier otra consideración. Mercado hay, hay estudios que cifran en el 71% el número de usuarios que utiliza la web para buscar información médica.
Estos temas van a estar sobre la mesa los próximos meses por varios lanzamientos relacionados con ellos. El primero ha sido Healthvault, de Microsoft, que ofrece a los usuarios un sitio centralizado donde almacenar su historia clínica. La idea tras es Healthvault permitir introducir información proveniente de varios doctores (resultados de pruebas, recetas), tenerla toda almacenada en un único lugar y disponible online en cualquier momento. Incluye un buscador sobre artículos sobre la salud y tiene publicidad, aunque han tenido el buen criterio de que no es contextual a los contenidos de la página.
Por otro lado tenemos a Google prometiendo un servicio similar al de Microsoft, que esta vez se ha adelantado (Computer World) y una iniciativa española, Keyose, cuya beta cerrada comenzará dentro de poco.
Si uno tiene varios doctores, el que puedan compartir la información de nuestra historia clínica puede llegar a ser muy útil. Existe tecnología que con un uso sensato - véase la banca online - permite almacenar este tipo de información con seguridad y privacidad, lo cual tampoco significa que no vaya a haber nunca un fallo ni que Healthvault, Keyose o Google vayan a ganarse la confianza de los usuarios. Es más, hay un amplio sector al que será poco útil (tenemos un médico de confianza y la información ya la tienen en el sistema / empresa sanitario de nuestra elección) y la percepción de inseguridad de esos datos en la web supone una barrera de entrada importante.
Una última consideración, aunque a priori pueda parecer lo contrario, donde más resistencia debería haber en principio a un servicio de este tipo es en países como Estados Unidos en los que la asistencia médica pública no es universal: el descubrirse un dato revelador de un problema de salud grave aumentaría el coste del seguro para el ciudadano afectado.