El fin del DRM en la música y el año del DRM en el vídeo
Con la noticia de que Sony BMG abandona el DRM en sus discos (Hipersónica), aunque sólo sea en Estados Unidos y de una forma especialmente estúpida (Microsiervos), ha reforzado la idea de que estábamos ante el fin del DRM. Con movimientos como el de AmazonMp3, Yahoo, eMusic, EMI, Warner, Napster (Uberbin) y hasta la compañía que más negocio ha hecho con el DRM - Apple - abría las puertas a la venta de canciones sin limitaciones en iTunes.
A pesar de que aún existe una resistencia a la tendencia (sustitución del DRM por marcas de agua, adición de información personal a los ficheros de audio para detectar quien los compartió), podemos afirmar que estamos ante el fin del DRM... en la música. Y es que, si bien el mercado musical parece aceptar que los usuarios puedan decidir qué hacer con las canciones que han comprado, el tema del vídeo es una asignatura distinta que se planteará durante este 2008.
La industria del cine y la televisión desea mantener las ventanas de explotación, el ciclo Cine -> DVD alquiler o compra -> Televisión de pago -> televisión en abierto y también el lanzamiento por países. La irrupción del P2P y las descargas hace inviable mantenerlas, como bien ha analizado Gonzalo, pero la resistencia por parte de los grandes estudios va a ser feroz. Además, está la apuesta por el modelo del alquiler - que parece que será liderado por Apple iTunes - que exige la utilización de DRM para controlar el momento en que el usuario visiona los contenidos. Compañías que con la música han tenido muy claro, son capaces de formular planteamientos opuestos en el tema del vídeo, como es el caso de Amazon Unbox
De esta forma, entramos en el año del DRM en el vídeo. Podríamos pensar que se seguirá un ciclo similar al de la música: resistencia salvaje a abandonar las limitaciones -> hacking de los diversos sistemas -> primeros actores independientes que lo abandonan -> los grandes del sector se mueven, pero también es posible que acabe de forma diferente a como lo ha hecho con la música. El motivo es la tendencia a ir a soluciones web con streaming, que permiten un mayor control a los propietarios de los contenidos, con ejemplos como Hulu, que no se puede disfrutar fuera de Estados Unidos. En todo caso, el DRM no ha muerto, todavía.