Facebook, Twitter y la privatización del correo electrónico
Últimamente me sucede mucho. Cierto perfil de usuario de internet - el más a la última, que utiliza Twitter y está registrado en redes como Facebook - cada vez utiliza menos el correo para preguntarme o avisarme de algo. Un mensaje privado en Twitter o Jaiku o, incluso más habitual, a través de Facebook en lugar del "email". Pensándolo en frío, tiene cierto sentido, cualquier tipo de red social te asegura la identidad del emisario y, merced a que hay una lista blanca de usuarios a los que legitimas para escribirte inherente a la misma, erradica problemas como el spam o los mensajes chorras en cadena (bueno, esto último no tanto).
Creo que es un fenómeno que merece atención, la privatización del correo electrónico. Te permiten establecer un control respecto a quien puede ponerse en contacto contigo y podría - no sé si juntos o por separado - dejar el viejo "email" como un método de comunicación de segunda. Primero miro en Facebook o Twitter a ver que me han escrito los conocidos y más adelante el correo a ver qué me ha "llovido" desde fuera de mi círculo de confianza. Un cambio de paradigma que puede tener consecuencias importantes, es el paso de un modelo de estándares abiertos y protocolos anteriores al problema del spam, a otro en que dentro de una plataforma, sólo los usuarios de la misma me pueden mandar mensajes. Se gana en productividad casi tanto como se pierde en independencia del prestador de servicio.
Al final todo esto tiene mucho que ver con el problema de la identidad digital y con el de dónde va a estar mi perfil con mis datos, mis fotos, mis vídeos, mis textos... la url que compartiríamos cuando queramos referirnos a nuestra presencia en la red. En realidad, la puga de Facebook es en parte por convertirse en esa dirección y, por consiguiente, ser también la herramienta que sustituya a nuestros correos.