Espiar todo lo que hacen los ciudadanos, la solución a las descargas
La propuesta de las grandes de la industria cultural norteamericana a través de sus organizaciones (RIAA, MPAA) es de las que clarifican la visión que tienen de internet, la propiedad intelectual y los derechos de los ciudadanos. Se puede acceder al PDF de la petición que han hecho al gobierno USA, tal como enlaza Nación Red:
Entre otras medidas, las “majors” proponen la instalación de un software en los ordenadores personales que permita la detección de material ilegal, la filtración por parte de las operadoras de las descargas de los usuarios, la persuasión por parte del Gobierno de EEUU a la comunidad internacional para que se tomen medidas similares y el control en las fronteras del material (¿portátiles? ¿reproductores?) introducido por los visitantes extranjeros en busca de cualquierque infrinja el copyright.
A estas alturas de la película, lo que sigue sorprendiéndome es como muchos intelectuales, analistas y editorialistas de medios de comunicación siguen obviando el mayor ataque a la privacidad y a los derechos individuales proveniente de organizaciones y empresas que "defienden a la cultura y a los artistas".
Cuando uno les lee, les escucha, casi siempre se parapetan en una posición defensiva contra "los del todo gratis". No hay forma de que presuntos defensores de las libertades, progresistas, liberales o conservadores, hagan del derecho a la privacidad en internet y del secreto de las comunicaciones una causa propia.
Aquí debe fallar algo, me resisto a creer que los columnistas vehementes de nuestros medios, tertulianos, intelectuales o artistas mediáticos sean capaces de comulgar con quienes directamente proponen: "espiemos todo lo que hacen los ciudadanos, filtremos sus comunicaciones, controlemos lo que pueden ver, oir y leer para evitar el descenso de ingresos".