El proyecto Mono lanza la 1.0
Hace apenas un par de meses apareció la beta de Mono. Como ya comentamos entonces, Mono es uno de los más fascinantes y polémicos proyectos de software libre de los últimos años. Su importancia en las tecnologías que dan más dinero (esas que ejecutan las empresas en sus servidores) es crucial, ya que su objetivo es conseguir una implementación del .Net, la plataforma de desarrollo de Microsoft. ".Net" fue la respuesta de Microsoft al éxito de Java, con el que se encuentra en plena batalla comercial. Con la aparición de Mono, la presión para que Sun libere Java puede subir varios grados, al llegar .Net a donde nunca lo hubiera llevado Microsoft: a los servidores Linux tan en el punto de mira de la empresa. Desde sus comienzos se ha comparado .Net con Java. De este último tomaron el famoso "compila una vez, ejecuta donde quieras", es decir, el ser multiplataforma a través de generar código interpretado. A la vez .Net añade el ser multilenguaje. En .Net los desarrolladores no están atados a un único lenguaje como sucede en Java, sino que pueden optar por el que quieran, desde el nuevo (hace unos años) C#, hasta Python o Perl. Uno de los aspectos importante de .Net es su estandarización bajo la ECMA, que permite que cualquiera pueda programar su intérprete del Common Intermediate Language (CLI), como es el caso de Mono.
Ahora bien, hasta aquí todo parecen parabienes de la plataforma .Net, pero tratándose de Microsoft, existen muchas suspicacias en torno a él. Ante Mono hay dos entendimientos entre la comunidad del software libre: por un lado están aquellos que lo entienden como una claudicación ante Microsoft y un balón de oxígeno para que esta extienda su monopolio a la programación y lo que es aún peor, a la programación de proyectos esenciales en Linux (una de las mayores acusaciones que mantienen contra el director del proyecto Mono, Miguel de Icaza, es la de su supesto propósito de hacer que la próxima versión de Gnome se haga con Mono); por otro, existe una corriente partidaria de aprovechar las ventajas que ofrece .Net, que aporta muchos beneficios al desarrollo de un proyecto, en cuanto a la productividad de los programadores que pueden olvidarse de numerosas tareas repetitivas de las que se encarga la plataforma y en cuanto a que cualquier proyecto desarrollado en .Net para Windows podrá ser migrado a Linux con casi nulo coste.