El precio del Surface Pro: difícil de explicar, difícil de ajustar
Desde que apareció Windows 8 mi interés por las posibilidades de la versión "completa" se han mantenido intactas (a la espera de poder probar un producto a fondo que de verdad le saque partido, algo que va a suceder pronto, espero) mientras que por Windows 8 RT han ido decreciendo. Anoche Microsoft puso precio a su Surface Pro, candidato a producto icónico de la nueva era del renovado sistema operativo.
Aquí mi impresión es que se trata de un precio - 899 dólares por un equipo con 64 gigas de SSD de las que el sistema se comerá bastantes, con un Intel i5 y una espectacular pantalla de 10.6 pulgadas - es un reto complicado que nace de un ajuste igualmente difícil por parte de Microsoft.
La primera dificultad es como poner precio a un producto - el Surface Pro - que compite directamente con tu ecosistema; Microsoft ha decidido no hacer como Google con su Nexus 4 y subvencionar agresivamente, el precio del dispositivo está en línea con lo que otros fabricantes están montando, ligeramente superior si pensamos en el que puede sumar con la funda (que es precisamente el valor diferencial). En definitiva, Microsoft empieza a hacer camino como fabricante, pero no ataca frontalmente al resto de sus socios.
La segunda es como explicar este precio. No es exclusiva de Microsoft, lo de "¿900 euros por un tablet?" es una primera impresión difícil de sortear, toda vez que es eso lo que la gente ve delante de sus narices. Todo el discurso de potencia, máquina más orientada a la productividad, etc... van a tener que trabajarlo mucho si quieren que los comparen en la categoría donde el Surface Pro quizás tenga más sentido, que es en la de portátiles ultraligeros.