El momento tabaco del vídeo corto en internet
A veces hay noticias decisivas que mueven un fuerte cambio social. Pero a menudo las cosas van poco a poco. Y luego, de repente.
Si en la década pasada pudimos anotar el giro del tecnooptimismo a un escenario mucho más complicado y con una visión más severa y crítica con la digitalización en general, llevamos unos meses en los que hay un elemento de la misma especialmente señalado: el vídeo corto en plataformas de internet que empujan al scroll continuo.
Dicho de otro modo, estamos entrando de lleno en «el momento tabaco» del vídeo corto en internet.
Un reciente metaanálisis que resume 71 investigaciones añade más leña al fuego al confirmar que el consumo de vídeos cortos —a lo TikTok, Reels y Shorts— tiene una correlación directa y negativa con la salud mental y las capacidades cognitivas. Cuanto más se consumen este tipo de contenidos, más se debilitan funciones fundamentales como la atención sostenida, el autocontrol y la concentración.
Cabe subrayar que, por la metodología observacional de los estudios, lo que obtenemos es una correlación. Eso abre la puerta a que las causas sean otras: que algo empuje a la gente tanto al deterioro de la salud mental y de la atención como a ver más vídeos cortos en internet.
Pero, al mismo tiempo, creo que el riesgo es tan alto que la correlación y posible causalidad nos debería interpelar. Como expliqué en “Probablemente el móvil y las plataformas sean un gran problema para los chavales”:
Ahora bien, la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia. Es decir, creo que el trabajo de Haidt y otros apunta a que es muy probable que haya una incidencia en la salud mental de los jóvenes, en especial de las niñas. El riesgo es tan alto que no podemos esperar décadas de estudios que lleguen a una conclusión definitiva para tomar medidas.
En esa pieza uno planteaba ante el riesgo que suponen para los niños y adolescentes, pero quienes realmente se están volviendo adictos a las pantallas son los mayores.
Las distintas sociedades empiezan a moverse, con prohibiciones de uso de estas plataformas a menores de 16 años, como ha hecho Australia y planea hacerlo Malasia. En España hemos asistido al movimiento contra el móvil en la escuela.
Pero no se va a quedar aquí. Cuando aparecen estudios como el que encabeza este artículo, se refuerzan teorías como la de la guerra cognitiva, que ha llegado a apuntar Macron: China ofrecería a sus menores una versión de TikTok (Douyin) mucho más educativa, mientras que en Occidente promueve contenido más estúpido; las diferencias en diseño y regulatorias serían parte de una estrategia deliberada para “embrutecer” a nuestros jóvenes.
Si se sigue la línea del tabaco, lo siguiente es la eclosión de publicaciones y relatos denunciando lo pernicioso de su consumo. A continuación llegará el legislador, primero protegiendo a los menores, más tarde interviniendo para con los mayores justificado por la salud pública.
No descartaría que cada aplicación nos advierta en el futuro de que el scroll de vídeos cortos perjudica gravemente su salud





Los jóvenes siempre parecen los más desprotegidos ante esto, pero creo que los "mayores" (+65-70) lo están más: no han tenido tiempo para familiarizarse con la tecnología y de repente les llega un chorro de información adictiva.
Hace un par de años ya reflexioné sobre el tema, concretamente sobre las diferentes versiones de TikTok y las consecuencias que este tipo de scrolling estaba teniendo https://carlosguadian.substack.com/i/98631825/tiktok-la-superarma-china Pero como dices, parece que está llegando su momento tabaco, yo mismo reconozco que de vez en cuando caigo en ese pozo infinito durante un tiempo, aunque suelo reaccionar rápido desinstalando la app. Somos débiles...