El cifrado y el secreto de las comunicaciones
Andamos de vuelta en el debate "seguridad Vs libertad y el control de internet". Al hilo de lo de Charlie - pero no sólo por ese acto, ya en los últimos meses habíamos tenido una aceleración en tanteos de medidas restrictivas - vamos a ver una aceleración de las propuestas y, tal vez, una bajada del perfil de la oposición a las mismas. Entre ellas me ha interesado especialmente la justificación dada por el gobierno británico cuando proponer prohibir las comunicaciones cifradas en 2016:
En nuestro país, ¿queremos permitir métodos de comunicación entre personas que no podamos leer, incluso en un caso extremo con la firma del Secretario de Estado? Hasta ahora, los Gobiernos de este país han dicho "no, no debemos tener esos métodos de comunicación". Por eso, en casos extremos, es posible leer la carta de alguien. Por eso, en casos extremos, es posible escuchar las llamadas. [...] La cuestión sigue siendo si vamos a permitir métodos de comunicación que no permitan hacer esto, y mi respuesta a esta pregunta es no, no los vamos a permitir. El primer deber de todo Gobierno es mantener a su país y a sus ciudadanos a salvo.
no es algo que sólo esté en su discurso, ayer mismo sin ejemplo mi compañero de Teknautas, Borja Adsuara mantenía en conversación con Julio Alonso que
@JulioAlonso @pabloromero yo me siento más seguro si las comunicaciones de yihadistas pueden ser interceptadas (con autorización judicial)
— Borja Adsuara (@adsuara) enero 12, 2015
merece la pena en ambos casos leer las piezas y conversaciones completas. El argumento de que el cifrado impide "igualar" las comunicaciones online a las tradicionales del correo o el teléfono tiene algo de trampa. Por un lado no es cierto que las cartas o incluso las conversaciones telefónicas no se pudieran cifrar, sí que era mucho más laborioso y vulnerable a ser descifrado; por otro estamos ante un caso típico de desear mantener restricciones que tecnologías anteriores nos imponían porque el uso de las mismas nos obliga a repensar/replantear o renunciar a según qué cosas. Pero el quiz de la cuestión es que la medida de prohibir el cifrado es una medida peligrosa. Cifrar las comunicaciones en internet es más que recomendable no para estar ocultos a los estados - o no sólo - sino porque al igual que hay un cambio tecnológico respecto a hablar por teléfono las comunicaciones en redes abiertas tienen el peligro de que son mucho más fáciles de interceptar. Nos encontraríamos en un escenario en el que estaríamos obligados a estar desprotegidos en las comunicaciones personales y profesionales. Un disparate con el que además la presunta conquista de la seguridad ante la cesión de libertad y privacidad que haríamos no está nada clara. Sobre el tema recomiendo leer a Javier Pastor, ¿Un mundo feliz? Actualización, Doctorrow tiene una pieza sobre el asunto, "Lo que David Cameron acaba de proponer pondría en peligro a cada británico y destruiría la industria de TI"