Desarrollar para iPhone o para Android
Dos plataformas en el móvil sobre las que desarrollar software casi antagónicas. iPhone y Android han dado mucho que hablar - y más que darán - como alternativas al actual escenario en el que domina Symbian, RIM sigue creciendo y Windows Mobile no tiene buena pinta. Por aquí hemos hablado mucho de ellas, pero merece la pena analizar ambos modelos de plataforma móvil para entender la visión del futuro de la informática personal e internet que tienen ambas compañías.
Vocación de plataforma frente a acercamiento inevitable
Android fue pensado desde el primer momento como una plataforma sobre la que cualquiera pudiese construir aplicaciones. Apple, por otro lado, pensó en iPhone como un terminal para aplicaciones web que no exigiesen instalación. El éxito del Installer entre otros factores empujó a la compañía de Jobs a cambiar de rumbo y abrir el dispositivo a terceros. Google llegó a gastarse varios millones de dólares en un concurso, para que Android llegase al mercado con bastantes aplicaciones. Apertura total o controlada
Cualquiera puede desarrollar para Android, creando aplicaciones con la funcionalidad que se le ocurra. La apertura de Android llega a la plataforma en sí, con licencia Apache, por lo que cualquier fabricante u operador puede utilizarla, adaptándola a sus necesidades sin pagar un céntimo. Por su parte Apple ejerce control sobre iPhone, qué aplicaciones se pueden distribuir y hasta se reserva una puerta trasera para desinstalarlas. Lo último, contratos de confidencialidad que impidan hacer público que una aplicación ha sido rechazada en la AppStore (EsferaiPhone).
El éxito del concepto de tienda de aplicaciones
Ambas plataformas se apoyan en una "tienda de aplicaciones" integrada en el terminal que permite la compra, descarga e instalación de software de terceros de una forma fácil y centralizada. En el caso de iPhone tenemos la App Store y en el caso del primer móvil con Android, es la operadora quien la gestiona.
Plataformas para internet
Coinciden en su vocación para articular dispositivos que permitan estar siempre conectados. Se comercializan con una tarifa plana de datos (más o menos buena) y vienen preconfigurados con aplicaciones y servicios para la red: correo, cliente de vídeos, calendario integrado con el online, tiendas de contenidos (iTunes y Amazon respectivamente),...
Integración con servicios online
La plataforma como palanca para fidelizar o captar usuarios de los servicios online. En el caso de Android, su integración con el ecosistema Google es muy marcada, aunque cualquiera puede desarrollar aplicaciones que compitan con él. Con iPhone esto no es tan claro, por el control que ejerce Apple para proteger a iTunes o Mobile Me.
Negocio para el dueño de la plataforma
Apple controla todo el ciclo y todo el negocio alrededor de iPhone: precio del terminal, negociación con las operadoras, ventas de música y aplicaciones (de las que se lleva una comisión), servicios extra como MobileMe, comisión por publicidad en las búsquedas en el terminal... Android no llega a estas cotas, pero apuesta por Google como motor de búsqueda predeterminado (empuja el negocio principal), trae la tienda de Amazon (lo que apunta a comisiones) y su apuesta por el posicionamiento del usuario será la base de la publicidad por proximidad.
Finalmente, experiencia de usuario frente a modelo abierto
Tanto Android como iPhone son plataformas con una visión basada en el teléfono como nueva puerta a la red, con el que estar siempre conectados a internet y sobre las montar otros negocios. Donde son radicalmente opuestas es en la estrategia principal para lograr constituirse en una referencia: Android es abierto, se puede llevar a dispositivos de varios fabricantes, cualquiera puede desarrollar sobre él... y Apple apuesta por controlar la experiencia de usuario, ofreciendo una solución en la que crea o supervisa todos los aspectos de la misma.
Hemos discutido mucho sobre esta estrategia, que está cerca de constituirse en un cambio de paradigma en la informática personal y sobre la que hay numerosas voces criticas, como la la dirección de Nokia España, que no ve relación directa entre cerrar el código o la plataforma y dar una mejor experiencia de usuario. En todo caso, parece evidente que Android potencia mucho más el desarrollo de terceros sobre su plataforma, mientras que Apple constituye más barreras de entrada. ¿Será decisivo el grado de apertura en que los programadores se animen a desarrollar más para una que para otra? En este punto creo que las decisiones son pragmáticas, si los usuarios se mueven a entornos más cerrados, los desarrolladores les seguirán por mucho que no les guste el control.
Una competencia fascinante puesto que enfrenta dos modos de entender el futuro de la informática personal y de la web . Cierto que ya existen Symbian, Windows Mobile, OpenMoko y RIM entre otros y que es injusto atribuir a Android el mérito de estrategias ya presentes en los productos que llevan más tiempo en el mercado, pero estoy convencido de que iPhone y Android han venido para quedarse y reconfigurar el mercado de la telefonía móvil.