Crowdfunding con precompra, crowdfunding con copia de competidores

Hace unos días me llegó a casa mi Pressy, una especie de botón añadible a teléfonos Android para configurar diversas opciones extra. El producto no está mal - aunque coincido con quien apunta que se ha quedado a medio camino - pero lo más interesante es que llegado meses después de haber apoyado este proyecto en Kickstarter, hay opciones casi idénticas en el mercado a mucho menor precio.
Lo cuenta Javi Pastor con el ejemplo de Xiaomi Mi Key, que no es sino un clon de Pressy a mucho menor precio. Parte de lo que ganan con el crowdfunding y la fórmula de precompra - saber que hay demanda, poder dimensionar la producción, evitar riesgos - lo han perdido por la vía de dar la idea y la información de que mucha gente lo compraría a la competencia.
Es un caso, pero es fácilmente extraprolable a otras iniciativas: en muchas ocasiones el pionero no contará con suficiente diferencia al principio como para evitar soluciones similares. Acortar los tiempos de producción, usar patentes, ir a la financiación colectiva con un prototipo muy maduro, pensar en productos difícilmente replicables... eso o asumir que el crowdfunding con precompra es necesariamente crowdfunding con copia de competidores