En Wired publica Felix Salmon un artículo excelente, Why Quants Don’t Know Everything: La razón por la que los "quants" ganan es que casi siempre tiene razón, por lo menos al principio. Encuentran patrones numéricos o inventan ingeniosos algoritmos que aumentan las ganancias o resuelven problemas de manera que ninguna cantidad de experiencia subjetiva puede igualar. Pero, ¿qué pasa después de que los "quants" ganen? no siempre es el paraíso impulsado por los datos que ellos y sus impulsores esperaban. Cuanto más un campo está dirigido por un sistema, más se crean incentivos para que todo el mundo (empleados, clientes, competidores) cambie su comportamiento de maneras perversas que proporcionan más de lo que el sistema está diseñado para medir y producir, cree valor o no. Es un problema que no puede resolverse hasta que los "quants" aprenden un poco de las anticuadas formas de pensar que habían desplazado.
Contra la dictadura de los datos y los algoritmos
Contra la dictadura de los datos y los…
Contra la dictadura de los datos y los algoritmos
En Wired publica Felix Salmon un artículo excelente, Why Quants Don’t Know Everything: La razón por la que los "quants" ganan es que casi siempre tiene razón, por lo menos al principio. Encuentran patrones numéricos o inventan ingeniosos algoritmos que aumentan las ganancias o resuelven problemas de manera que ninguna cantidad de experiencia subjetiva puede igualar. Pero, ¿qué pasa después de que los "quants" ganen? no siempre es el paraíso impulsado por los datos que ellos y sus impulsores esperaban. Cuanto más un campo está dirigido por un sistema, más se crean incentivos para que todo el mundo (empleados, clientes, competidores) cambie su comportamiento de maneras perversas que proporcionan más de lo que el sistema está diseñado para medir y producir, cree valor o no. Es un problema que no puede resolverse hasta que los "quants" aprenden un poco de las anticuadas formas de pensar que habían desplazado.